Aunque siempre tengo ganas de descubrir nuevas historias,
hay libros que valen la pena releer, porque cuando lo haces, encuentras detalles
que antes no habías visto. Y
precisamente eso fue lo que me pasó con Contra el viento del norte de Daniel
Glattauer, un autor que me conquistó en 2011 y del que desde entonces leo todo
lo que sale a la venta; por eso hoy les vengo a hablar de su último libro: Un
regalo que no esperabas.
“A mi hijo me lo habría imaginado de otra forma”.
Esta es la historia de Gerold Plassek, un periodista de 43
años con problemas de alcohol que vive una tranquila y rutinaria existencia, con un trabajo en un periódico que le gusta poco o nada, tardes y noches de cerveza
con sus amigos en un bar, y al día siguiente vuelta a empezar. Es un hombre que
tras una serie de malas decisiones o por la falta de ellas, ha logrado
sobrevivir sin preocuparse nunca por el mañana, hasta que una tarde recibe la
llamada de Alice.
Gerold se ve convertido de repente en el padre de un
adolescente de 14 años llamado Manuel, que debe pasar con él un par de horas
cada día, luego de salir del colegio y antes de que pueda ir a casa de su tía Juliet, pues Alice, su madre, que
forma parte de Médicos sin fronteras, se va a Somalia durante unos meses, y ya
que el año escolar va muy avanzado el joven debe permanecer en Viena. Así que
de forma totalmente inesperada, una aventura de un fin de semana lo convierte
en un padre, uno que por remordimientos acepta que el chico lo acompañe en la
oficina unas horas, aunque Manuel no sabe quién es realmente Gerold, asumiendo
que sólo es un amigo de su madre.
“Ya solo imaginarme imaginándomelo era inimaginable”
Manuel como buen adolescente ignora a Gerold mientras se
sienta en su oficina a hacer los deberes, sin mantener conversaciones largas,
aunque durante la primera semana el periodista lo intentó, pero cuando está a
punto de rendirse y llamar a Alice para decirle que no puede seguir cuidando al
chico, ocurre algo inusual, tras un reportaje de Gerold en las “Noticias breves
del día” sobre un centro de noche para personas sin hogar que tras muchos
recortes se iban a ver obligados a dejar a las personas en la calle por falta
de presupuesto, recibe una donación anónima de diez mil euros, que le
permitiría ayudar a muchas más personas.
Pero su jefe que quería dedicar todo un nuevo reportaje
acerca de la donación anónima, que él aseguraba era gracias al periódico porque
en el sobre estaba incluido un recorte con la reportaje de Gerold, no confía en
él para llevar la noticia, sino en otra periodista y es precisamente esto, lo
que hace que padre e hijo empiecen a relacionarse verdaderamente, tratando de
descubrir quién se esconde tras las misteriosas donaciones.
Y escribo donaciones, porque el centro para personas sin
hogar fue el primer beneficiado, pero a lo largo del libro veremos cómo el
donante sigue ayudando a una serie de instituciones que lo único que tienen en
común, es que ha sido el propio Gerold el que ha publicado el reportaje
hablando de ellos, un hecho que en un principio es ignorado por todos, pero que
luego lo transforman en una especie de celebridad.
Pero no es solo su vida laboral lo que cambia a lo largo de
la historia; veremos como la relación con Manuel lo ayuda a ir transformándose
poco a poco en una versión mejor de sí mismo. Un camino que no implica sólo trabajo
duro en el periódico, sino en su vida.
Veremos cómo establece también una verdadera relación con su
hija Florentina, una chica de quince años fruto de su fracasado matrimonio, con
la que al principio tienen tanto miedo a decepcionar, a ser un mal padre, que
se había apartado casi voluntariamente.
Y por supuesto, como toda buena
historia, aquí tendremos también un romance, digamos que aunque Gerold esté aterrado
de los dentistas en general, hay
sacrificios que vale la pena asumir por volver a ver una guapa dentista en
particular.
“«Espero» sonaba más casual que «me gustaría», sonaba a una
esperanza de la que no dependía la vida del esperanzado. Desde ese punto de
vista «espero» no era estrictamente verdad, pero qué le íbamos a hacer”
Repleto de tanto humor e ironía que la magnífica traducción
de Claudia Toda Castán ha sabido resaltar. Daniel Glautter consigue crear una
historia que te emociona, que te hace ver la peor parte del periodismo, cuando
acompañas al cínico Gerold a ver cómo los pequeños milagros ocurren, ya sea en
sobres anónimos con diez mil euros para salvar a una familia de refugiados, o a
una joven y talentosa artista con autismo, todo ello mientras aprende a ser
padre por el camino, a lograr ser la mejor versión de sí mismo, no porque no
quiera decepcionar a nadie, sino porque él realmente lo desea.
¿Han leído Un regalo que no esperabas? ¿Les gusta Daniel Glattauer?
Pues me encanta lo que cuentas de él, desde luego tengo ganas de leer algo más del autor y este parece una buena opción.
ResponderEliminarUn beso
Es una historia bonita, que nos reencuentra con el mejor estilo de Glattauer, los diálogos son ingeniosos como en Contra el Viento del norte, aunque aquí el motor principal de la novela no sea la historia de amor. Espero que te guste mucho Espe.
EliminarBesos
"Contra el viento del norte" y "Cada siete olas" son dos libros que me encantaron, pero hace poco quise leer "Siempre tuyo", y lo tuve que abandonar, porque lo poco que leí no me gustó nada, así que de momento tengo pocas ganas de repetir con el autor.
ResponderEliminarUn beso!
Siempre tuyo decepcionó a muchas personas, porque no era para nada como sus primeros libros. pero aquí aunque no es una historia de amor el tema principal, vemos todo el humor y la ironía de sus Leo y Emmi.
EliminarOjalá la des luego otra oportunidad.
¡Hola! ¿no es genial eso de encontrar un autor del que quieras leer todo lo que publica? :D Yo con Glattauer no he llegado a tanto, pero si con otro autor y realmente me parece increíble que alguien logre cautivarnos tanto con sus escritos. Sobre este libro: bueno, creo que te lo puse por Goodreads, yo he leído los de "Contra..." y el siguiente y el de "La huella de un beso" y ninguno me desagradó, pero todavía no he sentido ese flechazo con este autor de querer comprar todas sus obras. Me llama la atención el tema de que haya que investigar unas donaciones en la trama, y lo de padre e hijo que no se conocían no tiene desperdicio xD Lo de la dentista.. yo creo que ni aunque mi dentista fuera Mister Mundo, me gustaría ir a la consulta jajja. No descarto leer este libro, aunque reconozco que no siento la necesidad de hacerlo de manera inmediata, aunque me alegro que el autor siga sin decepcionarte :-)
ResponderEliminar¡Saludos! ;-)
Hola Omaira, a mi me encanta su estilo de verdad. Yo terminé Contra el viento del norte llorando, pero no unas lagrimitas, estaba llorando como una niña pequeña, la espera luego para la publicación de Cada siete olas fue una tortura, y también me encantó. Así que no he parado de leer sus libros, algunos me han gustado más como éste, otros menos como Siempre tuyo.
EliminarYa sabes que si te animas y lo quieres leer, solo tienes que avisarme, está totalmente a la orden.
Besos
No te imaginas la odisea que sufrí para conseguir un libro de Glattauer. Ahora que por fin tengo algo de él que leer, sigo esperando un buen momento, precisamente porque sé que me va a gustar mucho. Gracias por tu reseña, y por supuesto, ya lo tengo apuntadísimo.
ResponderEliminarSaludos :).
A veces es tan complicado encontrar los libros Luis, toda una odisea digna de película de terror. Ojalá encuentres el momento perfecto pronto y nos cuentes tu opinión.
EliminarBesos
Hola :) La verdad que no termina de convencerme, no lo veo que sea una lectura interesante para mi. Un besin^^
ResponderEliminarNo es fantasía Daniel, así que no pasa nada : )
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