Título: El Rey de Amarillo.
Ilustrador: Santiago Caruso.
Traducción: Marcial Souto.
Editorial: Libros del Zorro Rojo.
ISBN: 9788494328442.
Páginas: 128.
Precio: 18,90 €
Sinopsis:
«Oí entonces cómo se alzaba su voz, atronando detrás de la llameante luz, y caí y me cubrieron resplandecientes olas de fuego. Mientras me hundía en las profundidades, oí que el Rey de Amarillo susurraba a mi alma: ¡Qué terrible es caer en manos del Dios viviente!». En estos relatos, Chambers retoma la inquietante atmósfera de la mítica ciudad de Carcosa creada por Ambrose Bierce, cuyas tinieblas se proyectan sobre la apacible cotidianidad, rasgándola. Un extraño libro El Rey de Amarillo será el portal que genere la superposición de mundos, en la cual los muertos no se resignen a permanecer, dóciles, en la noche eterna. Santiago Caruso descifra con maestría el diálogo entre sombras y fulgores que desde las imágenes se extiende, cautivante. «El Rey de Amarillo, serie de relatos vagamente relacionados que tienen como trasfondo un libro monstruoso y prohibido cuya lectura produce miedo, locura y misteriosas tragedias, nos lleva a notables cumbres de terror cósmico». H. P. Lovecraft
El año pasado yo fui una de esas más de
veinte millones de personas que siguieron True Detective la
famosa serie de HBO, incluso uno de los viernes musicales se lo dediqué a Far From Any Road de The Handsome Family, la canción
que acompañaba los créditos de la primera temporada, por eso, al saber que El
Rey de Amarillo escrito por Robert W. Chambers era una de las
fuentes de inspiración de la serie, sabía que tenía que leerlo y la magnífica
edición ilustrada por Libros del Zorro Rojo fue la oportunidad perfecta
para acercarme a la obra que inició todo.
"— ¿Qué es? —pregunté.
—El Rey de Amarillo.
Yo estaba estupefacto. ¿Quién lo había
puesto allí? ¿Cómo había llegado a mis habitaciones? Mucho tiempo antes había
decidido que jamás abriría ese libro, y nada en el mundo me podría haber
convencido de comprarlo".
Cuando se publicó en 1895, El Rey
de Amarillo estaba compuesto por una serie de relatos independientes
que tenían un denominador común, en todos aparece un libro maldito, capaz de
producir todo tipo de desgracias a sus lectores; algunos pierden totalmente la
razón, otros tienen un destino incluso aún peor. Si la idea de un libro
malévolo les suena conocida, es porque el célebre Necronomicón creado por
Lovecraft puede haber sido inspirado también por la obra de Chambers.
En sus historias Chamber utiliza la
atmósfera de la ficticia ciudad de Carcosa creada por Ambrose Bierce en 1891
para ser el escenario donde se desarrolla el nefasto El Rey de Amarillo, una
urbe misteriosa, antigua y con toda posibilidad maldita, que posee unos soles
gemelos, estrellas negras y “extrañas lunas”. Del nocivo libro conoceremos
poco, pero en cada relato se detalla un poco más, se nos van dando pistas.
En esta edición ilustrada por Santiago
Caruso, encontraremos cuatro de los relatos que con el tiempo se han convertido
en clásicos: La máscara, El reparador de reputaciones, En el patio del dragón y
por último El signo amarillo.
La máscara, el primero de los relatos se inicia con la metamorfosis de
un lirio en un objeto de mármol, pues luego de sumergirlo en extraño liquido,
se trasformaba cualquier ser vivo en la más perfecta de las esculturas. Este
descubrimiento lo realizó Boris, un escultor americano que vive en París y que
es el mejor amigo de nuestro protagonista Alec, un pintor. Los amigos
tienen más que el arte en común, ambos están enamorados de la misma mujer
Geneviève, la esposa de Boris y su musa.
Nuestros artistas llevan una vida
tranquila hasta que Geneviève enferma sin motivo aparente y Alec por casualidad
se topa en la biblioteca con El Rey de Amarillo, tendrán que leerlo para saber cuáles
fueron las consecuencias. El ritmo es magnífico y aunque el final es algo
brusco es una historia maravillosa, de mis favoritas del libro.
“La máscara del autoengaño ya no era una
máscara sino una parte mía. La noche me la quitaba”.
La segunda narración es El reparador de reputaciones, está ambientado en un utópico
Nueva York en 1920, donde todo está en calma, la ciudad limpia y poblada por bellos
edificios y que cuenta además con una Cámara Letal en un parque, un lugar
al que podía acudir cualquier persona que desease suicidarse.
Viviendo en este Nueva York, nos
encontraremos con Castaigne, un hombre que había sido, según su criterio,
diagnosticado erróneamente como un enfermo mental tras sufrir una caída de un
caballo y fue obligado a pasar una temporada en un psiquiátrico donde lee por
primera vez El Rey de Amarillo.
Y no solo la aparición del libro conecta
esta historia con el primer relato; adornando la cámara letal encontraremos una
de las esculturas de Boris, uno de los protagonistas de La máscara.
En el patio del dragón, es
la historia más corta del libro pero no por ello menos intensa, ambientada en
París, nos encontraremos con un hombre que se refugia en la iglesia
buscando consuelo tras haber leído El Rey de Amarillo, solo para encontrarse
que no hay refugio posible, una vez que conoces Carcosa, no hay vuelta atrás.
Encargada de cerrar el libro está El signo amarillo, que usa como
escenario Nueva York y nos relata la historia de un pintor apellidado Scott,
quien mientras trabajaba en un lienzo tras ver a un hombre en el cementerio
desde su ventana, empieza a pintar a su modelo con un tono de piel enfermiza, y
aunque trata de arreglarlo, solo consigue empeorarlo.
Tessie, su modelo, se asoma también a ver
al hombre del cementerio y tras hacerlo le cuenta que ella ha estado soñando
con ese hombre y así empiezan las desgracias, que no serán pocas. Relacionado
con el cuento anterior por incluir a un
extraño organista y también con El
reparador de reputaciones, puesto
que el pintor conoce al desdichado Castaigne, es el perfecto cierre para un
libro asombroso.
Si aun no han leído El Rey de Amarillo les recomiendo que lo hagan, cada
historia es un mundo nuevo que nos hace sentir escalofríos y las ilustraciones
del talentosísimo Santiago Caruso no hacen sino mejorar la experiencia.
Gracias a Boolino
Pues no me disgusta y más si tiene ilustraciones...pero me lo pienso que relatos leo pocos.
ResponderEliminarUn beso!
Pues en los relatos hay todo un universo que descubrir, yo tampoco leía muchos hasta hace un par de años que llegué al blog de Cuentos para Algernon. Las historias de Chambers se leen muy rápido, así que podría ser un buen lugar donde empezar.
EliminarBesos
Magrat las historias son fabulosas y las ilustraciones de Caruso son sublimes, más que recomendado si te gusto la atmósfera de la serie. Saludos y buenas lecturas
ResponderEliminarNo termina de llamarme. Además yo no sigo esa serie así que lo dejo pasar.
ResponderEliminarBesos.
Ya encontraras más lecturas Tabuyo.
EliminarSaludos
True Detective... Qué gran serie, por cierto.
ResponderEliminarY bueno, pasando a la reseña. Yo también me hice con el libro tras acabar la serie. No lo he acabado, pero he leído el primer relato y parte del segundo y me han gustado bastante. Espero continuarlos pronto.
Besos :3
La serie es realmente buena y los relatos también, espero que puedas terminarlos pronto para saber cuál es tu favorito.
EliminarBesos
¡Buenas! Decir que, aunque True Detective hace referencias al Rey de Amarillo de Chambers y Un habitante de carcosa de Ambrose Bierce, la trama de la serie no tiene nada que ver. Lo digo un poco por el comentario de Tabuyo; el Rey de Amarillo constituye una obra de terror en sí misma y, al menos a mí me dejó con muy mal rollito en el cuerpo :)
ResponderEliminarMe llama mucho. Creo que este año han salido varias ediciones, pero si hay una ilustrada siempre tientan más. El terror no es lo mío, pero de todos modos intentaré leerlo.
ResponderEliminarGracias por la reseña ^^