Reseña: Un Lun Dun

Autor: China Miéville.

Título: Un Lun Dun. 

Traducción: Gema Facal Lozano y Joan Eloi Roca.

Editorial: Oz.

ISBN: 9788416224074.

Páginas: 416.

Precio: 19,90 €

Sinopsis:

¿Te atreves a cruzar el espejo?

Alondres es Londres a través del espejo, un País de las Maravillas urbano de extrañas delicias y donde acaban todas las cosas perdidas y rotas, y también las personas rotas y perdidas. Alondres es un lugar donde las palabras están vivas, donde una selva se esconde detrás de la puerta de una casa común, jirafas carnívoras acechan en las calles y unas nubes de sueños oscuros queman el mundo.

Alondres es una ciudad a la espera de su héroe, cuya llegada fue profetizada hace mucho tiempo, establecida para siempre en las páginas de un libro que sabe hablar.

Un día Zanna y su amiga Deeba encuentran la entrada secreta que lleva del Londres que conocemos a esta extraña ciudad, Alondres. Parece que por fin la antigua profecía se está cumpliendo. Y entonces, las cosas empiezan a ir realmente mal.

Opinión personal:

¿Alguna vez te has preguntado dónde van a parar la ropa tendida que sale volando? O los viejos electrodomésticos que ya nadie usa, los paraguas rotos, las personas que tienen una profesión que "ya no es necesaria." Desde mi punto de vista, concebir mundos imaginarios de la nada es un trabajo complicado, pero transformar lo cotidiano en algo totalmente nuevo es realmente espectacular; esto es precisamente lo que logra el londinense China Miéville en Un Lun Dun. 

"No cabía duda: había un zorro detrás del columpio. Y las observaba"

En el primer capítulo conoceremos a Zanna y a Deeba nuestras protagonistas, mientras tienen un inesperado encuentro con un zorro muy educado, un animal que antes de marcharse hace una reverencia, algo que podría parecer muy extraño, pero que no es lo menos curioso que le ha ocurrido a las amigas en el último mes, o para ser precisos a Zanna, que ha tenido que lidiar con cartas misteriosas, personas desconocidas abordándola en un café y diciéndole que están muy emocionados por conocerla, ver su nombre en un grafiti y más animales actuando raro a su alrededor.

"Zanna estaba apagando el tráfico. La llave silenciaba los coches y disipaba la luz de las farolas. 

Estaba apagando Londres"

Tras sufrir un ataque por parte de una nube de humo en el que una sus amigas resulta herida, Zanna junto a Deeba encuentran una puerta que las conducirá a Alondres, allí las profecías y el destino estaban esperando a la Elegida, a la "Shuasí" que se encargaría de librarlos a todos de su enemigo. Pero en la extraña cuidad nada resulta tan sencillo como parece.

Alondres es una urbe reflejo de su vecina, pero una versión distorsionada, donde la basura puede cobrar vida, los humanos no son los únicos habitantes, las jirafas son depredadores terribles, un autobús es un vehículo muy apreciado, los fantasmas tienen su propio barrio, ser bibliotecario es una profesión de riesgo, las palabras pueden rebelarse y encontrar un bosque dentro de una casa no es algo inusual.

"Giro la rueda; cambió la luz; cambió el sonido"

Miéville nos demuestra que las cosas cotidianas pueden ser aterradoras, si no imaginen a un paraguas animado que acecha en tu ventana.

El enemigo al que la Shuasí tiene que derrotar es "El Esmog", un ser dotado de conciencia que se alimenta del humo de los incendios y los gases tóxicos que emanan de las fábricas, y los coches. Un contrincante terrible que fue vencido una vez en Londres por un grupo de místicos con una poderosa arma, que los alondinenses están esperando a que llegue de la mano de Zanna, la elegida.

Alondres es un lugar donde el cielo es gris, el sol tiene un agujero en el medio (que se rumorea es del tamaño exacto del sol que se ve en Londres)

Las descripciones son magníficas, algunas muy desconcertantes; si algo le sobra a China Miéville es imaginación, en la novela hay tantos elementos asombrosos que no hay una página donde no nos topemos con seres increíbles, empezando con Cuajo, un bote de leche con vida que yo no puede evitar imaginarlo como al protagonista del vídeo de Blur

"Si te atreves a intentarlo, podrías coger un tren desde Alondres a Imparís, o Nada York, o Destocolmo, o Noslo, o Sans Francisco, o Adiós Abeba, o Sintiago de Compostela..."

Narrado en capítulos cortos, de unas cuatro páginas cada uno y dividido en nueve partes, viviremos un sin fin de aventuras en una urbe que no dejará de sorprendernos, porque cualquier parecido con la realidad será solo una mera coincidencia. Nada es lo que parece y descubrir todos los entresijos de Alondres resulta adictivo.

"Las aburbes han existido, al menos, hace tanto tiempo como las propias urbes... Cada una es un sueño de la otra"

Creo que traducir el libro debió ser todo un reto, porque hay nombres tan maravillosos como Rotanrol, el líder de los paraguas rotos; Esmombis, la muma, josque, bungla o binja. Miéville no solo usa las descripciones sino que crea nombres compuestos para todas las cosas, que son simplemente fantásticos.

Hay muchos malentendidos y prejuicios, por eso Un lun dun es una especie de burla a las historias donde un gran líder es el que tiene que cumplir con el destino impuesto por una profecía; son los personajes secundarios quienes se rebelan contra su destino. Aquí los verdaderos héroes serán los más inesperados.

"Las palabras no siempre significan lo que nosotros queremos. Ninguno de nosotros puede conseguir eso"

Ver cobrar vida a las palabras se torna en algo muy literal, Don Parlante es todo un personaje, que produce una mezcla entre la repulsión y asombro, no puedo esperar a que conozcan a los pronúnditos, unos seres extraordinarios. 

Repleto de crítica social, el libro tiene diferentes tipos de lecturas, se puede disfrutar como un cuento para adultos o una simple novela de aventuras, pero va mucho más allá. Miéville hace crítica al sistema político, al problema de la contaminación, incluso a las leyes anti terrorismo. También hace mucho hincapié a la posibilidad del cambio, y a la importancia que tiene el recordarle a las personas que no siempre tienen que hacer lo que se les dice, que el transformarse es posible y la mayoría solo necesita que se le recuerde que hay otro camino.

"Todo el mundo lucha con más ahínco si entra en combate por decisión propia"

Un Lun Dun es una fiesta a la imaginación, que tiene un inicio que nos hace pensar en una historia muy tradicional: una elegida, una profecía y un villano al que derrotar, pero que no resulta así para nada. La novela se trasforma en algo muchísimo mejor, donde las aventuras se juntan con la crítica social, repleta de tanto humor que causa adicción. Yo también estoy a favor de las “deselegidas”. Me parece un libro muy recomendable, si aún no han leído nada de China Miéville, ahora es un buen momento.