El año pasado Asesina de dioses fue una de mis mejores lecturas. Ese inicio de trilogía con un mundo lleno de dioses, prodigios, secretos y conspiraciones logró emocionarme desde su primera página. Así que estaba esperando su segunda entrega con ganas y les puedo adelantar que no me ha decepcionado. Por eso hoy quiero recomendarles Portador del sol, de Hannah Kaner. Un segundo libro que nos lleva a recorrer más de ese mundo repleto de deidades peligrosas y que está a las puertas de una guerra que podría acabar con Middren, porque hay una diosa del fuego que está dispuesta a arrasar todo. Y que nos llega con la traducción de Aitana Vega.
«La verdad no importaba. Lo único que importaba era la historia. Los mitos que creaban a los dioses y les infundían vida en sus altares. Las historias hilan la esperanza con el amor y los convierten en fe».
Si aún no han leído Asesina de dioses es mejor que no continúen leyendo. Les invitó a encontrar en mi reseña las razones por la que tienen que descubrir la historia de Kissen: una mata dioses que se dedica a exterminar deidades luego de ser la única que pudo sobrevivir en su familia cuando los fanáticos de Hseth, la divinidad del fuego de Talicia, los apresaron y asesinaron para hacer un sacrificio. Después de leer la novela ya pueden regresar aquí. Porque, si bien esta reseña no contiene spoilers del segundo libro, puede arruinarles algunas sorpresas de la primera parte ya que es una continuación directa.
(Ilustración completa de Tom Roberts para la cubierta Portador del sol)
En Portador del sol con el primero que nos reencontramos es con Arren, ese rey de Middren dispuesto a todo por sobrevivir. Ese joven que, aunque en público prohibió a adorar a los dioses y mandó a destruir los altares en su reino luego de la cruel guerra que libró con las deidades salvajes, pero que esconde un gran secreto. Ahora que el monarca no pudo sellar su alianza con la diosa Hseth decide revelar a todos que en su pecho no esconde un corazón, sino que es otra pequeña diosa del fuego la que lo mantiene con vida. Arren toma la determinación de convertirse a sí mismo en una especie de divinidad que está dispuesta a acabar con todos aquellos que no lo respeten en su papel de soberano. Que no se unan a él como el Portador del sol como decide empezar a llamarse.
«—La guerra llegará con el verano —dijo Osidisen. Talicia la traerá».
También nos reuniremos con nuestra querida Kissen, que luego de sacrificarse con el objetivo de asesinar a Hseth (y cumplir así su venganza contra la diosa del fuego por el asesinato de su familia) descubre que la deidad aunque está muerta no lo estará por mucho tiempo. En Talicia cada vez hay más adoradores de la diosa del fuego y más altares para hacer crueles sacrificios en su nombre. Y dado a que hay tanta fe entre su gente, la divinidad no tardará en volver a vivir y llevar la guerra a Middren. Porque lo que realmente quieren Hseth y sus seguidores es borrar a todos los otros dioses del mapa y hacerse con más territorios.
Mientras en la ciudad de Lesscia Inara y Elogast lloran la muerte de Kissen sin imaginar que la mata dioses aún está viva, pero demasiado lejos para hacerles saber que aún respira y que el peligro y la guerra están por llegar a hogar. Inara y Skedi, su pequeño dios de las mentiras, tratan de sentirse útiles ahora que veiga no está para cuidarlos. Además, Inara ansía descubrir más sobre su extraño poder y hará todo lo que pueda con el objetivo de entenderlo y usarlo. Por su parte Elo, el antiguo caballero y mejor amigo del rey, tiene una nueva misión: asesinar a ese monarca que lo engañó y ofreció en sacrificio para obtener el favor de una diosa cruel. Un rey sediento de poder que está dispuesto a empezar una guerra civil, de modo que nadie cuestione su autoridad o su mandato.
«¿Qué les haría más daño? ¿Un ejército que llegaría por tierra y mar, o un rey loco dentro de sus propias fronteras?».
Con capítulos narrados desde las perspectivas de Kissen, Elo, Inara, Skedi e incluso algunos de Arren, iremos cambiando de narradores y descubriendo más del caos que ahora reina en Middren, de sus diversos dioses, así como de las amenazas exteriores que están a punto de desatar una guerra que podría borrar no solo a sus deidades del mapa, sino condenar o matar a la mayoría de su población. Porque mientras los nobles y el rey están a punto de embarcarse en una guerra civil, los seguidores de Hseth se preparan con el propósito de realizar una invasión total. No les quiero adelantar mucho más pero no se pueden ni imaginar algunos de los giros que nos tiene preparados la autora y que les harán desear como a mí que el tercer libro no tarde en llegar.
(Ilustración completa de Tom Roberts para la cubierta Asesina de dioses)
Dioses, guerras, secretos, mentiras, conspiraciones, revolución, sacrificios, fe… Portador del sol, de Hannah Kaner es una segunda parte que nos deja con ganas de más. Un libro que nos lleva a ver facetas diferentes de nuestros protagonistas, especialmente de Inara, esa jovencita que trata de entender el alcance y el origen de su poder y que se niega a perder a ninguna otra persona que le importe. No puedo negar que extrañé ver un poco la dinámica de Kissen, Elo e Inara ya que en este libro no se encuentran los tres juntos, pero sus aventuras en solitario me conquistaron igualmente. Estoy deseando ver qué nos espera en el tercer y último libro porque ese nuevo enfrentamiento con la diosa Hseth promete ser épico. Si están buscando fantasía oscura con muchos dioses tienen que darle una oportunidad.
¿Han leído Portador del sol? ¿les llama la atención?
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