In the Nevernever: Aquí es donde aclaramos las cosas (y otras desgracias), de Caitlin Marceau

Aquí es donde aclaramos las cosas (y otras desgracias), de Caitlin Marceau

31 julio 2024

 


¿Qué es lo peor que podría pasar si tratas de arreglar la relación que mantienes con tu madre? Si a pesar de que llevas años sin querer reunirte con ella, contacta contigo con el objetivo de que pasen juntas un fin de semana. Si accedes al encuentro para darle una última oportunidad creyendo que quizás esta vez las cosas podrían ser diferentes. Aunque solo para descubrir que has cometido un gran error. Hoy quiero recomendarles Aquí es donde aclaramos las cosas (y otras desgracias), de Caitlin Marceau. Una inquietante novela corta que nos lleva a ser testigos de cómo los traumas familiares pueden afectar la relación de una madre y una hija. Una historia que además llega acompañada por cinco relatos y que va directamente a mi lista de libros favoritos del año.

«Aunque espera que el fin de semana con su madre vaya bien, tiene un nudo en el estómago y no puede evitar sentir que está cometiendo un error al ceder ante Sylvie. No es la primera vez que, a pesar de su buen juicio, se ve obligada a lidiar con Sylvie».

Aquí es donde aclaramos las cosas es la novela corta que da título a la colección. La historia de Miller, una mujer de 34 años que, a falta de dos meses para su boda con su novia Florence, decide acceder a la desesperada petición de su madre y pasar tiempo juntas. Aunque Miller lleva años sin tener contacto con Sylvie, esa madre que no aprueba su relación o ninguna de sus decisiones, accede a verla. Después de que la mujer que le dio la vida haga todo lo imaginable para contactar con ella (incluyendo descubrir su nuevo número telefónico, escribirle por todas las redes sociales hasta que decidió borrarlas, llamar a sus amigos o incluso a su jefe para que le den su datos con el fin de hacerle una “visita sorpresa”) Miller decide reunirse con ella. Darle una última oportunidad para aclarar las cosas (como indica el título) ya que tras la muerte de su padre, ella es la única familia que le queda.

El problema es que ese fin de semana que iban a pasar juntas en una cabaña en medio del bosque para tener tiempo de ponerse al día no sale para nada como Miller pensó. Poco a poco iremos descubriendo qué fue lo que llevó a nuestra protagonista a sacar a su madre de su vida. Cómo tras la muerte de su padre hace año y medio Sylvie ha intentado por activa y por pasiva volver a formar parte de su vida. Y la manera en la que incluso decora la cabaña en la que van a pasar unos días juntas como la antigua casa en la que vivían antes de que su padre enfermase. Todo lo que hace la madre es una bandera roja que nos anima a querer gritarle a la protagonista que siga su instinto y salga de allí. La angustia que sentí al leer esta historia no se puede describir, es mejor que la descubran al leer. La manipulación, las mentiras, los traumas, los secretos. Es una historia desasosegante a más no poder y con unos personajes muy bien construidos (por eso sufrimos aún más).

«Mientras avanza por la cabaña, tan parecida a su antigua casa, se le erizan los pelos de la nuca. Hay algo en aquellas cosas antiguas y familiares que le resulta extraño. “Antinatural”, piensa.
Es su casa, pero no lo es.
Es su infancia, pero no lo es».

En el libro las “otras desgracias” a las que hace referencia el título son cinco relatos y debido a lo muchísimo que me gustó la novela corta, estaba más que feliz de seguir leyendo a la autora. El primero de ellos es El número 23 de la calle McCormick. La historia de cómo una pareja de mujeres se muda a su nuevo lugar. Una casa preciosa que, sin embargo, tiene un extraño olmo en el patio que creció a través de un coche oxidado. Aunque los vendedores les habían prometido que el amasijo de metal no estaría allí cuando empezaran a vivir, la ley les prohíbe deshacerse del coche porque es imposible quitarlo sin dañar el árbol (que está protegido). Así, lo que debería ser una casa para formar su familia (ya que una de nuestras protagonistas está embarazada), se convierte en un lugar donde siente que nunca está sola y que unos extraños ojos la miran. Es una historia que podemos intuir el final, pero que está bien escrita así que mantiene la tensión en todo momento.

«No importa en qué habitación esté o con quién se encuentre, en aquella ancestral casa se siente siempre expuesta y seguida».

Gástrico es otra de mis historias favoritas. En ella conocemos a Billie, una mujer que decide someterse a una operación para perder peso presionada por su esposo. Aunque ella está conforme con su aspecto, por miedo a perder a su marido acepta una operación en la que le pondrán un dispositivo que crecerá lentamente una vez implantado en las paredes de su estómago, y que liberará una sustancia que evitará que tenga hambre. El problema es que las molestias (que en teoría solo deberían durar unos pocos días mientras su cuerpo se acostumbra a los cambios) no parecen mejorar. Sí, pierde peso y todo el mundo cree que está estupenda, pero la realidad es muy diferente. Un relato aterrador por lo real. Por la manera en la que refleja los cánones de belleza, la presión sobre los cuerpos femeninos, por cómo el médico decide actuar de manera paternal e ignorar sus dolores y sus quejas. Una maravilla.

«Está hambrienta y echa de menos el sabor de la comida sólida. Su estómago está saturado con la Gastra-Sphaera GR, pero no mitiga su deseo de comer».

Tabula rasa nos hace cambiar radicalmente de escenario y nos lleva al espacio, a una nave en la que una mujer que lucha por recordar cómo llegó allí tiene que enfrentarse a un ser aterrador. Capitalismo, recuerdos y decisiones imposibles. Le sigue Corre el relato de un chico que para escapar del bullying que enfrenta en el colegio encuentra un aliado bastante particular. No les quiero decir mucho más para evitar spoilers pero es todo un viaje. Cierra la colección Obra maestra, otro de mis favoritos. Si tengo que resumirlo en una línea les diría que es Amarilla de R. F. Kuang en clave de terror. La historia de una escritora que, celosa del éxito de su mejor amiga como autora, decide no ayudarla en un momento crucial. Ella pensó que su decisión evitaría que sus libros se publicaran de nuevo al mismo tiempo. Para lograr así que el éxito “inmerecido” de su amiga le robase toda la atención que ella sí creía “merecer”. Pero digamos que las cosas no salen exactamente como planeó. Es tan cruel y aterrador como divertido.

«Ya sabe lo que ocurrirá dentro de unos meses: el libro de Kim se venderá más que el suyo. Todos los elogios, todas las ventas, toda la notoriedad que esperaba conseguir con este nuevo libro se irá al garete. Su libro será olvidado y abandonado sin leer en los estantes, o peor, será condenado a acumular polvo en el fondo de los contenedores de libros con descuento.
Al igual que la última vez».

Relaciones tóxicas, madres que se niegan a dejar crecer a sus hijos, traumas, fantasmas, cánones de belleza imposibles, recuerdos, bullying, envidia… Aquí es donde aclaramos las cosas (y otras desgracias), de Caitlin Marceau ha sido toda una gran sorpresa. Un libro inquietante con unas historias que es imposible parar de leer. La autora crea personajes complejos y los pone al límite una y otra vez. No todos los cuentos tienen el mismo nivel, pero hay suficiente variedad como para querer seguir leyendo a la autora y todo lo que publique. Si están buscando historias de terror que los inquieten y les haga sentir incómodos tienen que darle una oportunidad

¿Han leído Aquí es donde aclaramos las cosas (y otras desgracias)? ¿Les llama la atención?

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