¿Qué pasaría si de manera repentina aparece en tu diminuto apartamento una nueva estancia? ¿Si al abrir un viejo armario se materializa una amplia y hermosa terraza? ¿Qué ocurriría si ese mágico lugar solo se manifestara cuando te visita una persona en específico? Si comienzas a pasar horas y horas en ese espacio feliz sin saber que cada instante allí tendrá consecuencias no solo para ti y tu familia, sino para el mundo entero. Hoy quiero recomendarles Historia de una terraza, de Hilary Leichter. Una novela corta compuesta por cuatro historias independientes pero interconectadas que nos llevarán desde el presente no solo al pasado, sino también al futuro para que podamos observar como la aparición de ese lugar fuera del espacio y del tiempo cambió y reconfiguró toda la realidad.
«Abrió la puerta que normalmente daba al armario empotrado y dejó a la vista una terraza, decorada con tiras de lucecitas titilantes. Unas nudosas enredaderas crecían por los bordes, con sus ramificaciones, sus brotes y su veloz escalada por los costados del edificio».
La primera de las cuatro historias: Terraza, está protagonizada por Annie, una mujer que acaba de tener a su primera hija Rose, y que junto a su marido Edward se tienen que mudar de casa. Cuando les suben al alquiler, el matrimonio no puede hacer otra cosa que buscar un nuevo hogar, y aunque siempre han soñado con vivir en un apartamento amplio, incluso tener un espacio exterior con hierba para que juegue Rose o un lugar donde sembrar un pequeño huerto, solo han ido mudándose a pisos cada vez más diminutos que son los únicos que se pueden permitir.
Tras volver al trabajo después de una baja de maternidad no retribuida, Annie no se termina de adaptar, y ver ese rostro de su amiga Stephanie hace que decida invitarla de manera impulsiva a su piso. Lo que no podía ni imaginar era que en el pequeño apartamento donde se sentía tan incómoda, su amiga abriría la puerta que normalmente daba a un armario empotrado y aparecería ante los ojos de todos una hermosa terraza. Un sitió amplio y cómodo que es el lugar perfecto para cenar. Y del que todos aceptan su existencia como si siempre hubiese estado allí, esperándolos.
«El duelo no es la puerta que te acoge; es la puerta que te deja fuera».
Lo que ocurre es que al terminar la visita de Stephanie, la estancia mágica vuelve a desaparecer. Y aunque la pareja hace muchos intentos para repetir el prodigio no lo logran hasta que su compañera de trabajo los visita de nuevo. Así, las tardes y los días en la terraza se hacen una rutina cuando Stephanie accede a pasar con ellos cada vez más tiempo. El asfixiante apartamento se vuelve soportable para la pareja cuando saben que la terraza los está esperando, pero lo que Annie no podía sospechar es que cada una de las visitas a ese lugar que realmente no existe tendrían un precio. Uno que de haber conocido de antemano no habría aceptado pagar. Así, lo que empieza como una historia llena de maravillas se transforma en una de pérdida que nos rompe el corazón.
De las otras tres historias que completan el libro (Capricho, Fortaleza y Voladizo) es mejor que no les cuente detalles para que se puedan sorprender como yo al leer. Solo les puedo adelantar que están protagonizadas por personajes que sufrirán los ecos de lo vivido en el primero de los relatos. Nos llevarán al pasado y al futuro. Incluso hay una que nos permitirá descubrir todo lo ocurrido en Terraza desde una perspectiva nueva, lo que no solo transforma lo que ya creemos conocer sobre todos los implicados, sino que nos permite añadir capas y matices que no podríamos haber ni imaginado. Es una novela que como dicen las críticas no solo avanza sino que se expande.
«Y por supuesto una familia es un ecosistema que a veces también se extingue».
Pérdida, duelo, soledad, familia, amor y desamor, precariedad, extinción… Historia de una terraza, de Hilary Leichter es una novela asombrosa que funciona como un rompecabezas y que en menos de doscientas páginas nos lleva a un viaje alucinante. Un libro que mezcla géneros muy diferentes (como la fantasía, el drama familiar e incluso la ciencia ficción) con el objetivo de maravillarnos una y otra vez (y para rompernos el corazón). Hay tantísimo dolor en esas cuatro historias, no solo por el duelo, sino también por la soledad, la incomprensión, los prejuicios, la precariedad y todo ello conectado con diversos tipos de extinciones. Si están buscando una novela corta que los sorprenda tienen que darle una oportunidad.
¿Han leído Historia de una terraza? ¿Les llama la atención?
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