El demonio de Próspero, de K. J. Parker

 

¿Hasta qué punto llegarías con tal de expulsar a un demonio? ¿Qué estarías dispuesto a sacrificar para realizar un exorcismo? Para el protagonista que les voy a presentar la respuesta está clara: TODO. Hoy quiero hablarles de El demonio de Próspero, de K. J. Parker (pseudónimo del prolífico escritor Tom Holtl). Una divertidísima novela corta con la que estrena su catálogo la nueva editorial de fantasía, ciencia ficción y terror: Red Key Books. 96 páginas de ironía, humor negro y un protagonista que no tenemos muy claro si más que un héroe es un villano.

«Cuando me desperté, ella estaba tumbada a mi lado, bien muerta, con la garganta desgarrada. La almohada estaba empapada de sangre brillante, como una pradera tras una semana de lluvias copiosas. Noté en la boca un regusto familiar, repugnante e inconfundible. Escupí en la palma de la mano: rojo vivo. ¡Maldita sea!, pensé, ya estamos otra vez».

Con esas líneas se nos presenta nuestro anónimo narrador. Un exorcista muy eficiente y sin muchos escrúpulos que se encarga de ir expulsando a demonios del cuerpo de sus víctimas. Aplicando amenazas y también fuerza. Y si para ello la persona poseída debe morir, pues es un precio que está dispuesto a pagar sin muchos reparos. A diferencia de los demonios que son inmortales, aunque sí que pueden sufrir mucho daño, el exorcista que protagoniza la novela es mortal y no es inmune a que mientras está dormido alguno de Ellos posean temporalmente su cuerpo para dejarle un regalo sangriento como el que se topa nada más abrir los ojos al empezar la novela.

Digamos que en ese mundo el número de demonios está muy bien delimitado, así como también lo es la cantidad de exorcistas que se encargan de expulsarlos de sus territorios. Así que nuestro protagonista termina por toparse con algunos de esos seres en más de una ocasión, lo que da lugar al surgimiento de rencores que se van acumulando. Incluso hay demonios que afirman que nuestro exorcista estrella hace un uso excesivo de su fuerza para librarse de ellos, así que cada nuevo encuentro es siempre algo más una lucha del bien contra el mal.

«A veces me pregunto si lo que me mueve no será más el odio hacia Ellos que el amor hacia mis congéneres humanos. Pero nadie me paga por ese tipo de reflexiones, así que no me lo pregunto con frecuencia».

El caso al que se deberá enfrentar nuestro protagonista lo llevará al corazón de la corte, donde el genio más prominente de su época, Próspero de Schanz, quiere llevar a cabo su misión más importante y trascendental: educar al recién nacido príncipe como un auténtico rey-filósofo. Un hombre capaz de convertir el mundo en un paraíso terrenal tras enseñarle todo lo que el brillante Próspero sabe. Aunque la idea parece ser muy buena y noble hay un pequeño problema: Próspero está poseído.

Una de las frases con la que se promociona el libro indica que «es como si Deadpool se hubiera metido en el cuerpo del Brujo Geralt», y me parece una comparación de lo más acertada. Cuando leí que nuestro exorcista de dudosa moralidad vagaba por ese mundo fantástico (que parece poseer una inspiración renacentista) expulsando demonios, pero sin ser muy querido por la gente que abiertamente no lo podía rechazar porque podría terminar necesitándolo, también pensé en el personaje de Sapkowski, solo que aquí hay mucho más humor negro de por medio.

«Tengo la sensación de que no os voy a caer demasiado bien.

Eso puede que resulte ser lo único que tengamos en común, así que saquémosle el máximo partido».

Demonios, exorcismos, genios, arte, moral, planes, intrigas… El demonio de Próspero, de K. J. Parker, es una novela corta que se disfruta de principio a fin. Una historia que nos presenta a un protagonista pesimista y sin escrúpulos que nos hará preguntarnos qué es el bien y el mal, qué es moral y que no en lucha contra fuerzas que escapan de nuestra comprensión. Lo mejor de todo es que aunque el final está muy bien cerrado es el primer libro de una bilogía, y la editorial ya confirmó que la segunda novela corta se publicará en septiembre, así que estoy deseando leerla. La traducción de María Pilar San Román es, como siempre, excelente. Habrá que estar muy atentos al resto de publicaciones de Red Key Books, su catalogo promete. Si están buscando una historia diferente y llena de ironía tienen que darle una oportunidad.

¿Han leído El demonio de Próspero? ¿Les llama la atención?