El aprendiz de guerrero, de Lois McMaster Bujold

Ya saben lo mucho que estoy disfrutando al leer la Saga Vorkosigan de Lois McMaster Bujold. Después de conocer a sus padres en los dos libros anteriores, en El aprendiz de guerrero toca descubrir en profundidad al carismático Miles Vorkosigan. El hijo de nuestros queridos Vorkosigan será el protagonista de buena parte de las aventuras que aún nos quedan por explorar en la sorprendente y premiada space opera que el sello B de Bolsillo reeditó en español con las maravillosas portadas ilustradas por Marina Vidal y en esta ocasión, con la traducción de Paula Tizzano.

“Esperaban con placer los exámenes físicos, como un juego. Un recreo, tal vez. La peor parte había pasado; para todos, excepto para Miles”. 

El aprendiz de guerrero es el tercer libro según el orden de lectura propuesto por Lois McMaster Bujold, aunque también puede servir como punto de partida para adentrarse a la Saga Vorkosigan. No hace falta conocer la historia de Cordelia Naismith y Aral Vorkosigan para deleitarse con las aventuras de su hijo Miles. Así que podéis empezar por aquí y luego leer Fragmentos de honor y Barrayar, o seguir como yo el orden en el que se están publicando las reediciones y llegar a la historia conociendo de antemano lo difícil que fue el nacimiento de Miles y las complicaciones con las que nuestro peculiar héroe debe lidiar a raíz de ello.

Al inicio de la novela Miles Vorkosigan es un joven de diecisiete años que se está preparando para realizar las pruebas que le permitirán ingresar al Servicio Militar Imperial de Barrayar. Pero a diferencia de los demás aspirantes, Miles no cuenta con las condiciones físicas requeridas para ser un orgulloso soldado. Debido a problemas que sufrió durante la gestación, el único heredero de los Vorkosigan mide menos de un metro cincuenta y además de una cojera permanente, debe vivir con unos huesos tan frágiles que se rompen a la primera oportunidad.

“Miles sabía con toda seguridad que hoy se evaluaba algo más que el rendimiento físico”. 

Si bien ha crecido en una sociedad altamente militar en la que los defectos físicos son una condena de muerte, los padres de Miles se encargaron de que nadie pudiese evitar que su hijo tuviese una oportunidad. Con su ingenio, el joven Vorkosigan ha logrado llegar mucho más lejos de lo que algunos esperaban. Y será su aguda inteligencia lo que le impulse a buscar alternativas cuando un error de juicio lo lleve a arriesgar su ingreso en la academia y con ello, todo su futuro.

Podemos afirmar que Miles posee demasiada energía y que tiene un imán para atraer problemas, pero así mismo, es tan astuto como para buscar soluciones a los contratiempos en los que termina envuelto. Así que lo veremos inmiscuirse sin pretenderlo en una guerra y tratar con fuerzas mercenarias hostiles, cuando solo quería pasar una temporada lejos de casa y hallar respuestas para ayudar a una amiga de la infancia.

“Héroes. Brotaban alrededor suyo como semillas.

Un portador; aparentemente él era incapaz de contraer la enfermedad que él mismo diseminaba”. 

En la novela nos reencontraremos de forma breve con viejos conocidos como Cordelia y Aral, pero será la nueva generación la que toma el revelo. Encontraremos a un elenco de personajes secundarios fascinantes que acompañarán a Miles en sus desafíos. Entre ellos me gustaría destacar a Elena Bothari, una joven que busca esclarecer su propio origen y a la que observaremos evolucionar mientras encuentra respuestas que probablemente hubiese preferido no obtener. 

Aunque todo el mundo afirmaba que era un libro extraordinario, creía que el cambio generacional y de protagonistas haría que perdiese un poco el interés en la historia. Pero resultó que los temores eran infundados. Miles me robó el corazón al igual que antes lo lograron Cordelia y Aral. Tengo ganas de continuar leyendo sus peripecias, creo que seguirán mejorando como hasta ahora.

“Nunca es demasiado tarde mientras uno respira”.

De nuevo la autora nos presenta un universo rico y complejo que no para de crecer y evolucionar, dándonos aventuras adictivas y personajes que no son solo encantadores o carismáticos, sino que terminan por quedarse con nosotros como un miembro más en la familia. El aprendiz de guerrero, de Lois McMaster Bujold, al igual que sus predecesoras está llena de ideas y críticas. Además, Miles Vorkosigan es uno de esos protagonistas que no se olvidan. Ya estoy deseando seguir con la saga, siempre quedo con ganas de más. Es una delicia descubrir a una escritora de la calidad de Bujold. ¡Leedla!

¿Han leído El aprendiz de guerrero? ¿Les llama la atención?