La invasión del Tearling, de Erika Johansen

Hace poco reseñaba La Reina del Tearling de Erika Johansen, el primer libro de una trilogía de fantasía juvenil del mismo nombre, así que hoy quiero hablarles de su continuación: La invasión del Tearling, donde se demuestra que si conquistar un reino no es fácil, mantenerlo puede ser una tarea incluso más complicada. Pónganse cómodos, hoy viajamos al Tearling y nos espera una aventura peligrosa. 

“Los mort eran cuatro veces más numerosos, y sus armas eran el doble de buenas, y si conseguían bajar al Almont, solo podía haber un desenlace: una carnicería”.

Kelsea logró recuperar su trono y ser coronada reina del Tearling, pero lo que descubrió al regresar a su reino es que su gente estaba sometida por un tratado firmado por su madre y la Reina Roja, en donde se obligaba a enviar todos los meses un número de ciudadanos como esclavos. Kelsea al negarse a seguir enviando a personas a las tierras de Mortmesne como mercancías, desafió a la poderosa hechicera, y ésta no cesará en su empeño por destruirla. 

Puede que la decisión de romper al tratado y no enviar más esclavos se traduzca en la aniquilación casi total de su pueblo, la verdad es el que ni el Tearling o la misma Kelsea están aún preparados para enfrentarse a un reino que no solo tienen un ejército mucho más numeroso, sino que también cuentan con un armamento y adiestramiento mucho mejor. Hasta las acciones que parecen justas, tienen sus consecuencias y hay que hacerles frente de la mejor manera.

Ante un enfrentamiento que parece inevitable, Kelsea debe aprender primero a controlar sus recién descubiertos poderes y sobre todo encontrar una estrategia que le permita poner a salvo a su gente, aunque ello implique acoger en la capital a todos los habitantes del Tearling para así alejarles de las masacres y horrores que deja a su paso el ejército enemigo. 

“Kelsea había juzgado a su madre con dureza, y este era su inevitable castigo: hallarse con las mismas cartas en la mano”.

Todo ello mientras intenta descubrir cuál es el significado de las visiones que le muestran la trágica vida de una mujer llama Lily. Son precisamente esas visiones las que nos muestran cómo era vivir en un Estados Unidos pre-travesía, un mundo distópico donde ser mujer parece una condena, un lugar tan corrupto y dañado, que un grupo de personas decidió emprender un viaje para la creación de un útopico “mundo mejor”.

Para mí uno de los grandes aciertos de La invasión del Tearling son precisamente esos vistazos al horrible pasado, ese mundo de Lily que por momentos me recordó al de El cuento de la criada. Y sí, muchas de las escenas más crueles y terroríficas del libro tienen lugar en el pasado, pero en lo que llegas a conocer a Lily es imposible no sufrir con ella, no esperar a que encuentre salida a esa vida que se le impuso.

Dividido en tres partes, y con capítulos que van cambiando entre diversos narradores, disfruté mucho ver toda la estrategia militar que iba aplicando Hall para tratar de detener el avance del ejército enemigo, y también de conocer un poco más a personajes como al padre Tyler, el sacerdote que nos muestra que la iglesia es un enemigo poderoso que Kelsea tiene en su propia ciudad y que no debería perder de vista.

Porque los enemigos de Kelsea no se limitan a venir del reino vecino, los nobles tampoco son sus aliados, ni la iglesia con el nuevo y cruel Santo Padre; es ella la que lucha contra todo y todos por su pueblo, con la ayuda de Maza y de su guardias reales y un pequeño grupo de aliados, entre los que se encuentra el Traedor y un misterioso hombre que le ofrece su ayuda para derrotar a la Reina Roja a cambio de una promesa.

“De alguna manera, todo había salido mal, y Kelsea ni siquiera sabía muy bien cuándo había sucedido”.

Poco a poco vemos que Kelsea va cambiando, y no solo en su carácter que por momentos se vuelve cada vez más cruel, sino también físicamente, cambios que ni ella misma comprende porque no alcanza aún a entender su propio poder. Y es con ella con la que sigo teniendo problemas, me gusta el libro y su historia pero sigo sin empatizar con Kelsea, que por momentos se me hizo un personaje imposible de comprender. 

Secretos, intrigas, ambiciones, magia y una guerra que parece inevitable, La invasión del Tearling está escrito de forma que es casi imposible parar de leer, y la excelente traducción de Gemma Rovira nos permite disfrutar de ello de principio a fin. Erika Johansen ha creado un mundo cruel que transformó una utopía en una pesadilla, pero también con la posibilidad de cambiar, de que no todo esté perdido. Además ese final me hace ansiar leer la tercera parte, yo necesito más respuestas y estoy segura de que ustedes también las necesitarán después de leerlo. 

 ¿Han leído La invasión del Tearling? ¿Les llama la atención?