Título: Cenizas.
Traducción: Carmen Torres y Laura Naranjo
Editorial: Nocturna.
ISBN: 9788493920081.
Páginas: 512.
Precio: 17,00 €
Sinopsis:
Cuando Alex se adentra en el bosque tiene diecisiete años, un tumor cerebral, una pistola... y una única idea en mente. Entonces se topa con un anciano y su nieta Ellie, una niña que acaba de perder a su padre en la guerra de Iraq.
Justo cuando están a punto de separarse, un zumbido comienza a extenderse por el lugar y un fuerte dolor se apodera de Alex. Después, todo se vuelve extraño: pájaros muertos llueven del cielo, los aparatos electrónicos dejan de funcionar...
Cuando por fin el dolor cesa, el abuelo ha muerto y Alex está sola con Ellie. Y en el bosque se oyen disparos.
Opinión personal:
Desde que vivo en una isla con un volcán inmenso, las películas y libros que tratan sobre erupciones han perdido todo su encanto, y me había mantenido alejada de Cenizas de Ilsa J. Bick, porque creía que trataba precisamente de eso, pero nada más lejos de la verdad. Estas "cenizas" no son volcánicas, aquí nos enfrentaremos a una versión diferente del apocalipsis, y les aseguro que no será agradable.
"Todo ha cambiado"
Alex es chica de diecisiete años y nos inicia en el relato desde una gasolinera. Había llegado a Míchigan con una misión, pero está teniendo una discusión telefónica con su tía Hannah. Alex está gravemente enferma; solo hace tres meses que ha tenido su último tratamiento y había dejado todo para dirigirse al parque Waucamaw para hacer una excursión.
Por su condición, tenía más de un año con el olfato atrofiado, le habían aplicado diferentes tratamientos experimentales, pero ante falta de eficacia, decide dejarlo todo para poder hacer un viaje al parque que solía visitar, cuando era niña, en verano junto a sus padres. Al perder el sentido del olfato se habían desvanecido muchos de sus recuerdos, en especial los relacionados con ellos.
En medio de su excursión al Waucamaw, Alex se topa con un anciano llamado Jack y con su nieta Ellie, una niña de ocho años que había perdido recientemente a su padre en Iraq. Ellos estaban en un viaje de pesca en el parque junto a Mina, una perra un poco aterradora que había trabajado en detecciones de bombas junto al padre de Ellie.
Tras oír un ruido metálico, repentinamente inicio la locura: primero un sonido ensordecedor y luego un dolor intenso; muerte y más caos, los animales cayendo del cielo, los aparatos eléctricos dejando de funcionar, el mundo tal y como lo conocemos había terminado. Lamentablemente el miedo solo estaba por empezar.
Elli se convierte en su compañera de viaje, y resulta ser una niña rebelde que tiene una actitud desafiante, pero no es más que una pequeña asustada, que ha tenido que pasar por muchas cosas. Es uno de esos personajes a los que es fácil tomarle cariño.
Cuando nuestra pareja protagonista decide dirigirse a la cabaña de los guardabosques, que está a solo un par de días de viaje en busca de ayuda y de respuestas, se encuentran con una escena tan perturbadora como aterradora. Digamos que es mejor que lo descubran ustedes mismos, el bosque y el mundo nuevo está poblado de horrores.
Dividido en cinco partes, los capítulos son cortos y adictivos, te dejan con ganas de saber siempre un poco más, terminan con el tipo frases que te hacen mirar el siguiente capítulo para poder estar tranquila. Las descripciones son realmente gráficas, hay un par de escenas sangrientas que no son para estómagos delicados.
Veremos cómo poco a poco la relación Alex y Ellie evoluciona, como llegan a ser mucho más que supervivientes que viajan juntas, para ser amigas. Además nuestras chicas no estarán siempre solas, conoceremos a Tom, un joven que se convierte en ayuda, pero que también guarda secretos.
Al libro no le falta acción, ni enemigos, ni problemas que solucionar, pues es mucho más que sobrevivir, querer descubrir qué pasó, cómo afectó al resto del país o quizás al mundo, se vuelve una gran interrogante, pues hay teorías y posibles motivos. Y si buscan al leer historias de amor, aquí también nos toparemos con una.
Un problema para mí, es que al inicio del libro Alex resulta un poco irreal, su madre posee conocimientos de medicina por ser médico, por otro lado, su padre era policía, por eso la enseñó a sobrevivir y también a acampar, pero es que también lee psicología y sabe cómo lidiar con una niña rabiosa, todo muy útil y justificado, pero quizás todo sea demasiado útil y esté muy justificado.
Por otra parte las cosas que tienen que hacer para sobrevivir son muy duras e igual que ellos, muchos perdieron los escrúpulos y tratan de vivir un día más, y esa crudeza sin disimulos, tratándose de un libro juvenil sí que me gusto. Nada es lo que parece, en el fin del mundo muchos lugares que parecen un refugio, no son más que otro tipo de prisión.
Con el tipo de final que te hace dar gracias de tener el segundo libro a la mano, Cenizas es una historia que no paró de sorprenderme, me gustó Alex y le tomé mucho cariño a Ellie, y estoy deseando leer Sombras, ya que necesito respuestas y aunque estoy segura de que nuevas preguntas no pararán de aparecer, porque este mundo apocalíptico creado por Ilsa J. Bick, me resultó fascinante y muy recomendable si están buscando una aventura diferente.
¿Han leído Cenizas? ¿Les llama la atención?
¡hola!
ResponderEliminarLa verdad es que no lo conocía, pero tiene muy muy buena pinta, asi que lo apunto a la lista sin pensarlo.
¡un besito! Eli ^^
Eli el libro es espectacular, tienen cosas mejorables pero es más que recomendable, espero que lo disfrutes.
EliminarBesos