Imaginen qué pasaría si fuesen un monje que recibe la invitación para dirigirse a la Ciudad Santa con el objetivo de reunirse con la máxima autoridad de su fe. Que viajan creyendo que van a obtener un cómodo ascenso en la Santa Sede a modo de recompensa por su buen hacer y de repente se ven inmersos en una misión mortal. Siendo el líder de una congregación compuesta por asesinos atroces, magos oscuros y monstruos que parecen salir de las peores pesadillas. El tipo de seres despreciables que usa la iglesia para cumplir las tareas más impías y peligrosas, esas en las que contar con los diablos de tu parte será lo único que te permita tener la oportunidad de alcanzar tus justos fines. Hoy quiero recomendarles Los diablos, de Joe Abercrombie. El inicio de una épica nueva trilogía en la que el rey del grimdark nos llevará a recorrer una Europa medieval reimaginada, acompañando a una banda de antihéroes a los que tienen que conocer.
«Si Baltasar había aprendido algo durante su célebre carrera en las ciencias mágicas, era que los peores monstruos a menudo resultaban ser los mejores aliados».
Dividida en cuatro partes, esta novela coral primero nos lleva junto al hermano Díaz, un monje que viaja a la Ciudad Santa porque ha sido convocado a una cita con la Papisa, la máxima autoridad de la iglesia (y también solo una niña de diez años). El religioso está emocionado, creyendo que se dirige a recibir un alto cargo en la sede del poder de la Iglesia Occidental, sin saber que sí que obtendrá un ascenso, pero no exactamente el que él aspiraba. Lo nombran vicario de la secreta Capilla de la Santa Conveniencia. Y su congregación está formada por un grupo de monstruos que la iglesia emplea para cumplir con las misiones en las que las personas fieles e irreprochables no son las más adecuadas.
(El hermano Díaz ilustrado por Joel Daniel Phillips)
La primera misión que deberá llevar a cabo el hermano Díaz como líder espiritual de la Capilla de la Santa Conveniencia es recorrer las trescientas leguas que separan la Ciudad Santa de Troya. Y debe hacerlo junto a su grupo de diablos para llevar a la princesa Alexia Pyrogennetos hasta su verdadero hogar. De manera que la hija perdida de la antigua emperatriz pueda ocupar su lugar como legítima heredera del Trono Serpentino. Puesto que la joven que todo el mundo creía que estaba muerta llevaba años viviendo en las calles de la Ciudad Santa. Y ahora es el momento de que ocupe su lugar como la verdadera emperatriz. Una oportunidad que la Iglesia Occidental quiere aprovechar para cerrar el cisma que existe con la Iglesia Oriental que gobierna en Troya. De manera que todos los creyentes de la Salvadora se unan ante la verdadera amenaza que los acecha: el regreso de los elfos.
«A veces un diablo es lo que necesitas».
Porque en esa Europa medieval alternativa ideada por Abercrombie, llena de hechicería sacrílega, vampiros, hombres lobo, trolls y magos, resulta que los elfos son los verdaderos enemigos. Y su regreso, tras haber luchado ya dos cruentas cruzadas contra ellos, es inminente. Para los líderes de la Iglesia Occidental cerrar la brecha que la mantiene separada de la Iglesia Oriental es el primer paso a fin de prepararse para el regreso de esos devoradores de hombres que pueden acabar con todos si no muestran un frente unido. Y aunque parezca poco probable que la misión de la Capilla de la Santa Conveniencia tenga éxito en sentar en el trono a la princesa Alexia cuando ya hay cuatro aspirantes que sueñan con reinar en Troya, los diablos no pueden hacer otra cosa que intentarlo.
«Había interpretado tantos papeles que ya apenas sabía cuál era ella. Era una cebolla hecha solo de capas, sin nada en el interior».
(La princesa Alexia Pyrogennetos ilustrada por Joel Daniel Phillips)
Ahora me gustaría hablarles de los demás protagonistas del libro, pero si no quieren descubrir detalles de los otros personajes, pueden ir directos al último párrafo para que les pueda decir una vez más por qué deberían estar leyendo el nuevo libro de Abercrombie. Quiero empezar por presentarles a Alex, la princesa Alexia Pyrogennetos. Una jovencita de diecisiete años que de la noche a la mañana descubre que es la heredera del Trono de Troya. Una muchacha que se había dedicado a robar y estafar en las calles de la Ciudad Santa y que se siente como un fraude, incapaz de creer que de verdad pueda llegar a Troya o ser una emperatriz. Pero que decide aceptar su buena suerte, al menos de momento.
«A él le daba lo mismo. Diez contra uno. Cien contra uno. Mil contra uno. Seguiría luchando hasta la muerte y más allá, como siempre. Debía tener presentes sus juramentos».
(Jakob de Thorn y Baptiste ilustrados por Joel Daniel Phillips)
Luego nos encontramos con Jakob de Thorm, un caballero templario que parece incapaz de sonreír, y que en la práctica es el líder de los diablos. Él se encargará de velar porque la princesa Alexia y el grupo lleguen a Troya, cueste lo que cueste. Ya que, aunque no lo parezca, es un hombre sobre el que pesa una maldición y que guarda muchos secretos. Luego nos encontramos con Batiste, una pirata y una mujer orquesta, el tipo de persona que parece haber llevado a cabo la mayor cantidad de trabajos imposibles: desde ser modelo a ser barbera, y gracias a ello tiene conocimientos en medicina. El tipo de aliada que es tremendamente útil tener a tu lado porque tiene tantos cuchillos como experiencias de trabajo. Aunque su máxima sea que nunca hay que exponer el pescuezo, no vayan a retorcértelo.
«¿Un grupo de necios peligrosísimos, incapaces por completo de colaborar, emprendiendo una travesía de trescientas leguas o más con el objetivo totalmente imposible de instalar a esa enclenque enfurruñada en el Trono Serpentino de Troya? Muchas gracias, pero Su infante Santidad podía prescindir de él».
(El barón Rikard y Baltasar Sham Ivam Draxi ilustrados por Joel Daniel Phillips)
Seguimos con dos de mis favoritos: El barón Rikard, un anciano caballero de modales impecables que tiene un gusto insaciable por la sangre así como muy divertidas historias sobre albóndigas. También tenemos a Baltasar Sham Ivam Draxi, un mago dedicado al Arte Negro que se ve obligado a participar en la misión y que es uno de los tres mejores nigromantes de Europa, bueno, quizás el segundo mejor. El tipo de personaje arrogante y encantado de conocerse a sí mismo que hacía que leer los capítulos narrados desde su perspectiva fuera hilarante.
«Para ella, hacer un amigo podía llevar años, pero los enemigos nuevos brotaban como setas después de llover. Solo tenía que mirar por la ventana cualquier mañana y allí estaban».
(Solete y Vigga ilustradas por Joel Daniel Phillips)
Por último, tenemos a otro par que me encanta: Solete y Vigga. Una elfa con la capacidad de hacerse invisible y una mujer loba vikinga, gigante y letal, que es tan peligrosa como efectiva en su trabajo. Y sí, ya que en ese mundo todos odian a los elfos, Solete no tiene muchas oportunidades de estar visible sin que tenga consecuencias. Mientras que Vigga es el tipo de aliada a la que solo se debe recurrir cuando no quedan alternativas. Abercrombie logra una vez más que todos los personajes brillen, que tengan una voz propia y reconocible. Y esa magia se traslada perfectamente gracias a la traducción de Manu Viciano, quien hizo un trabajo excelente en este inicio de la trilogía.
Me gustó muchísimo la forma tan inteligente en la que Abercrombie toma como escenario una Europa medieval pero alternativa, en la que Troya sobrevivió. Ir descubriendo las semejanzas y las diferencias de su universo con el mundo real me parece fascinante. Y bueno, para los que se quejaban de la poca magia que había en sus libros anteriores, aquí la tendrán en abundancia. No les puedo adelantar demasiado sobre los muchos peligros a los que este grupo de antihéroes deberá hacer frente para cumplir su misión, pero sí que les puedo decir que habrá aventuras a lo largo y ancho de Europa. Y que pueden (o no) encontrar desde engendros de las Artes Negras, guerras, casas de ilusionistas y cuatro primos aspirantes al trono, cada uno más vengativo y arrogante que el anterior. Porque el camino a Troya es muy largo y las posibilidades de éxito de la misión son escasas. Pero si se necesitan aliados, contar con diablos de tu parte es la mejor opción.
(Ilustración de John Anthony Di Giovanni para la edición de The Broken Binding)
Princesas imposibles, magia, vampiros, mujeres lobas, elfas invisibles, caballeros malditos, nigromantes, piratas, demonios, fe y una misión… Los diablos, es el inicio de una nueva trilogía donde tenemos al mejor Joe Abercrombie. Con personajes carismáticos y torturados. Así como un mundo alternativo en el que Troya sobrevivió y en el que la magia y los monstruos campan a sus anchas. Tenía muchísimas expectativas con este libro y se vieron más que cumplidas y superadas. Con diálogos que me hicieron soltar carcajadas mientras leía y momentos en los que se me rompió el corazón. Es una buena muestra de por qué Abercrombie es uno de mis autores favoritos. Si están buscando un libro de fantasía con un mundo complejo y fascinante, y unos personajes de los que no se quieren despedir, le tienen que dar una oportunidad. El libro va directo a mis lecturas favoritas del año. Estoy deseando que publique la segunda parte, porque las aventuras de estos diablos solo acaban de comenzar.
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