Hace poco reseñaba La cosecha de Samhein de José Antonio Cotrina, el primer libro en El ciclo de la Luna Roja, así que hoy toca hablar de su continuación: Los hijos de las tinieblas. Si aún no han leído la primera parte los invito a visitar mi reseña aquí, a salir corriendo para comprar los libros (ya luego me darán las gracias) y a que paren de leer esta reseña, pues puede contener spoilers sobre el inicio de la trilogía.
“La gran luna no es buena. No es buena. La cuidad tiembla. Los animales gritan. Y yo grito con ellos y tengo tanto miedo”.
El libro inicia con un prólogo titulado La historia hasta aquí, un resumen de lo ocurrido en La cosecha de Samhein, de manera que no importa cuánto tiempo haya pasado desde tu última visita a Rocavarancolia, porque podrás adentrarte nuevamente al reino de los prodigios y recordarás a todos los personajes y su particular situación. Algo muy de agradecer si ha pasado un tiempo, pues la narración arranca cinco semanas después del final del libro uno, un poco más cerca de la temida llegada de la Luna Roja.
Tras su visita a la torre de magia los chicos deciden que lo mejor que pueden hacer, si quieren estar preparados, es investigar, explorar la terrible ciudad en la búsqueda de información que les pueda ser útil, que les ayude a entender por qué precisamente ellos están allí y qué exactamente va a ocurrir cuando la Luna Roja haga su aparición. El reloj que corona el Torreón de Margalar, el que les sirve de refugio, les recuerda con su paso que cada día ese momento está más cerca y que si quieren sobrevivir deben encontrar información.
“En muchas situaciones no hay malos, ni buenos, ni vencedores, ni vencidos. El mundo, la mayor parte del tiempo, es gris”.
Entrar en la torre les dio una herramienta que puede significar por fin un punto a su favor, ahora son capaces de usar la magia, y aunque en un principio solo Bruno y Natalia son capaces de realizar los hechizos que encuentran en los libros, la magia cambia todo. Les permite recorrer la ciudad para tratar de descubrir sus misterios, y empiezan así a encontrarse con sus particulares habitantes, pero sin que nadie los ayude a encontrar las respuestas más ansiadas de por qué están allí y qué pasará al salir la Luna Roja.
Veremos cómo los chicos que llegaron a la cuidad han cambiado, los veremos crecer a pasos agigantados, cuando el peso de la realidad no les deja otra opción. Poco a poco, van dejando de ser niños, los afortunados son sobrevivientes que conocen el dolor de la pérdida. Adrian, logró sobrevivir a sus heridas, pero parece que la persona que regresó tras el hechizo de sanación de Bruno no es el mismo niño entusiasta que llegó a Rocavarancolia, algo se perdió en el camino.
"Da igual cuántas puertas cerremos o cuántos hechizos nos protejan: La Luna Roja nos hará pedazos a todos".
De nuevo Cotrina juega con nuestras expectativas, nos ofrece un sinfín de aventuras, y respuestas, para luego mostrarnos que nada es lo que parece, que en Rocavarancolia las cosas nunca son fáciles o inofensivas, que los peligros se esconden en cada esquina, que la traición es la moneda de cambio, que lo que traerá consigo la Luna Roja es incluso peor que lo más terrible que pudiesen pensar en sus propias pesadillas, y que es inevitable. Además, hay un peligro ancestral acechándolos, hay una venganza por cumplir y en la que ellos se verán inmersos.
Muchas veces, las segundas partes en una trilogía son libros de transición, donde nada realmente importante pasa, todo es una preparación para el final, pero este libro no es así. Es fabuloso a niveles indescriptibles, y si La cosecha de Samhein me gustó, Los hijos de las tinieblas logró superarlo. De ahora en adelante no me cansaré de recomendarles El ciclo de la Luna Roja, porque tiene todos los elementos de las buenas historias y más. Aunque lo repita, les aseguro que vale la pena darle una oportunidad.
¿Han leído Los hijos de las tinieblas? ¿Les llama la atención?
Otros libros del autor reseñados en el blog:
Hola :) Si ya el primero me dio ganas de leérmelo, pues con este un pelín más aún. Un abrazo^^
ResponderEliminarY yo sigo insistiendo de que si los lees los amarás, cada libro es mejor que el anterior, y como un todo es impresionante.
EliminarBesos