Nada como leer una nueva colección de relatos de una autora que te encanta para disfrutar pasándolo muy mal. Porque sí, una dosis de terror existencial era justo lo que necesitaba en estos momentos y las editrices de La biblioteca de Carfax acaban de publicar En ese infinito, nuestro final, de Gemma Files. La colección de historias cortas con la que la autora canadiense ganó el premio Bram Stoker en 2021. Quince relatos que nos llevan a encontrar el horror en lo cotidiano y que transforman la realidad una y otra vez. El tipo de historias inquietantes que es mejor leer a la luz del día para evitar las pesadillas. Aunque ni eso puede garantizar que no terminarán por llegar.
«Al final, va a ser cierto que, una vez que ha ocurrido lo peor, puedes relajarte de verdad».
Así están las cosas es el relato que se encarga de iniciar el libro. Una historia que nos narra un futuro cercano y aterrador en el que la humanidad se ve afectada por la Escisión. Un fenómeno extraño por el cual los seres humanos sufren de manera repentina una mutación que les hace dividirse y clonarse de forma espontánea. El problema es que la aparición de ese clon viene acompañado por un estallido de violencia que hace que ambos se enfrenten hasta que solo queda uno vivo. Body horror y el apocalipsis como psicoterapia. Lo que pasaría si lo peor que pueda ocurrir sucediese de la noche a la mañana. Una genialidad inquietante.
«Porque la red eléctrica es una telaraña de energía. O de fantasmas. Y hay cosas que viven en ella, a la espera de alimentarse. Como arañas».
Le siguen tres relatos que podemos agrupar como terror inmobiliario. Una actualización aterradora (y muy interesante) de los clásicos cuentos de casas encantadas. El primero de ellos es Bombilla. A modo de entrevista en un pódcast, nos cuenta la historia de una mujer que deja su vida en Toronto para vivir completamente desconectada después de que descubre que la electricidad del apartamento al que se acaba de mudar no funcionaba de la manera en que debería. Porque escondía algo mucho más siniestro de lo que podamos imaginar. Le sigue El Motel de las Marionetas en el que seremos testigos de cómo un apartamento usado como Airbnb empiezan a ocurrir cosas cada vez más siniestras. Y que nos hace plantearnos si no hemos tenido un vistazo a los hilos ocultos que realmente mueven el mundo. Otra maravilla que les hará tener pesadillas (y muy pocas ganas de esos terribles alquileres vacacionales o de Siri).
«La primera vez que la fotografías, la casa está en otra calle distinta, doblando la esquina, más cerca del paso subterráneo. En junio, la casa ha llegado a tu calle.En octubre, es la casa de al lado».
Acércate más es una variación de la casa encantada que hace que ese edificio en particular no solo sea aterrador, sino que persiga a los protagonistas. Porque una vez que te fijas en algo que no deberías puedes atraer su atención… y las consecuencias quizás sean letales. A continuación nos encontramos con Fotograma recortado, uno de esos relatos en los que la autora hace gala de su amor por el cine así como sus conocimientos. A través de una entrevista descubriremos la historia de una afamada actriz de los inicios de Hollywood a la que todos consideraban maldita. Un relato que une el cine con la mitología y dioses paganos de manera espectacular.
«Si hay algo de verdad en los rumores sobre la “maldición de Dusk”, no sirve más que para demostrar que cualquier mujer bella pero distante puede provocar una obsesión destructiva en los demás por el mero hecho de existir».
En Higiene del sueño nos encontramos a una protagonista que tiene problemas para dormir y recurre a una profesional en busca de ayuda. El problema es que al seguir las instrucciones de la terapeuta logra dormir, pero empieza a sufrir terribles pesadillas. Mapas, soledad y secretos. Siempre después de las tres nos presenta a una mujer embarazada y a su pareja que empiezan a escuchar extraños ruidos en su apartamento, invariablemente después de las tres de la madrugada. Aunque todo empezó con un olor fétido, mientras pasan los días el olor y los ruidos son cada vez peores. Alguien o algo les impide descansar y descubrir el origen puede que no sea la solución que soñaron. Este relato es perturbador a niveles insospechados.
«Siempre hay una historia si te paras a escuchar, siempre hay un hilo alrededor de las cosas si te agachas a observar más de cerca… Siempre hay una mano en la oscuridad esperando para tomar la tuya si se la ofreces; esperando para agarrarla con fuerza y no soltarla jamás».
Y hablando de cuentos inquietantes nos encontramos con Manos frías y delgadas, el relato de una mujer que cuando era solo una niña se encontró debajo de su casa con una pequeña tumba. Un lugar que contenía los restos de un ser que parecía una especie de hada. Ese encuentro no solo marca el resto de su infancia, sino de toda su vida, y ahora que es madre siente un tipo de terror muy diferente. Posesiones, hadas, niños cambiados, infancias rotas y maternidad. Por su parte en Venio, nos topamos a cuatro autores que mientras realizan un ejercicio de escritura creativa que parecía totalmente inofensivo terminan por abrirle la puerta a un extraño ser que los empezará a acechar. Cuando el poder de las palabras traspasa el papel y se vuelve en contra de sus creadores.
«Dibuja una puerta, una puerta cerrada, con llave, incluso, y mírala. Mírala todo el tiempo que quieras, hasta poder escribir exactamente lo que encontrarías detrás, si la abrieras».
Mientras en Mira arriba nos toca acompañar a nuestra protagonistas cuando asiste por primera vez a una reunión familiar organizada por su familia paterna. Una familia de ascendencia letona a la que nunca ha conocido. Un viaje en en el que descubrirá los extraños secretos que ocultan. Reyes antiguos, maldiciones, herencias y mucha sangre. Un relato con un final que no me pudo gustar más. Le sigue uno de mis cuentos favoritos La iglesia de las montañas. Un relato en el que una joven está escribiendo una historia que cree recordar que vio en la televisión cuando era una niña, pero de la que no encuentra ningún registro. Mientras trata de encontrar la serie original, descubrirá que la ficción y la realidad terminarán por unirse en algo aterrador. Sectas, santos, series, cultos, promesas y posesiones.
«Recuerdos y ficción tan enredados que casi resultan inextricables».
Lugares oscuros y lejanos nos adentramos completamente en un horror cósmico que nos recuerda la insignificancia del ser humano ante la inmensidad del universo. Lo que empieza como la búsqueda de la mujer que la abandonó sin darle explicaciones, nos lleva a descubrir sectas apocalípticas, conspiraciones, teorías sobre el origen de la Tierra así como de la Luna y la posible destrucción del mundo. Ciencia y magia, creación y destrucción. En La luna llena del gusano tenemos una historia breve y poética de metamorfosis. Una búsqueda de libertad que quizás no salga como el protagonista esperaba, o quizás sí. Tienen que descubrirlo al leer.
«La rabia es un fantasma. La culpa es un fantasma. Esta confesión es un fantasma».
Aullido está protagonizado por Isla, una joven que creía haber dejado atrás sus problemas de ira. Pero que descubre a regresar junto a su novia Amaya la casa en la que vivió con su abuela siendo adolescente que quizás no lo tenía tan controlado como pensaba. Una historia de madres, hijas y nietas con relaciones rotas. De emociones embotelladas. De malas decisiones. De arrepentimiento. Quizás de posesión o puede que no. Termina la colección de otro de mis favoritos: Cuco. En la que veremos la forma en que un hada nos cuenta su propia versión de lo que ocurre con los llamados niños cambiados. Una que poco tiene que ver con la codicia o crueldad de los seres feéricos y más con el egoísmo de los padres humanos. Una genialidad.
«O quizá estos niños cambiados no son más que bebés normales cuyos padres rechazan porque no están a la altura, porque no crecen sanos, porque dañan la reputación de los que los engendraron».
Casas encantadas, apocalipsis, posesiones, maldiciones, promesas, niños cambiados, arrepentimiento, demonios, seres que acechan entre las grietas de la realidad… En ese infinito, nuestro final, de Gemma Files es una colección de relatos inquietantes, fascinantes y con unas ambientaciones fabulosas. Un libro que trata el terror partiendo de lo cotidiano, retorciéndolo hasta que nuestro día a día se ve retratado desde un lugar que parece un reflejo mucho más perverso. Aunque no todas las historias les gustaran de la misma manera, hay relatos para todos los gustos y la calidad es altísima. Con personajes complejos y diversos, además de relaciones entre ellos tan tormentosas como cualquier maldición. Como nos tienen acostumbrados desde La biblioteca de Carfax la cubierta de Rafael Martín Coronel es de las que no puedes dejar de mirar y la traducción de Pilar Ramírez Tello es excelente como siempre. Si están buscando unos relatos de terror que los sorprenda (y que posiblemente les quiten el sueño) tienen que darle una oportunidad.
¿Han leído En ese infinito, nuestro final? ¿Les llama la atención?
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Una gozada de reseña. Gracias !!
ResponderEliminarDe verdad muchísimas gracias por el comentario. Yo escribo las reseñas a modo de diario de lecturas y me alegra saber que hay alguien más que las disfruta.
Eliminar¡Saludos!