Terminar una trilogía siempre me deja una sensación agridulce. Por un lado, ansiaba descubrir el destino de los personajes que conocimos y amamos en Medio Rey y luego en Medio Mundo; pero por otra parte, me dio tristeza saber que éste era mi última visita al Mar Quebrado, pues el universo de inspiración vikinga que creó Joe Abercrombie para esta trilogía, es tan espectacular como sus pobladores. Media Guerra es un digno final para este viaje, pero como no podía ser de otro modo tratándose del maestro del Grimdark, no es un simple «y vivieron feliz para siempre».
“Como sucede a menudo con los hombres, al final habían demostrado ser más feroces hablando que luchando”.
Para esta entrega, Abercombie siguiendo el método que aplicó con sus predecesoras, nos presenta a unos nuevos protagonistas, tres para ser exactos. Si en Medio rey nuestro narrador era Yarvi, y en Medio Mundo fue el turno de Espina Bathu y Brand. Aquí conoceremos a una princesa, a un aprendiz de clérigo y a un guerrero. Tres voces únicas, tres perspectivas diferentes de la inevitable guerra que se extiende a lo largo del Mar Quebrado.