¿Qué pasaría si fueras el hijo bastardo de un heredero al trono que abdicó de su puesto al conocer tu existencia? Un niño que creció solo y doblemente abandonado en la Torre del Alce, desde donde la familia real gobierna los Seis Ducados. Un jovencito que fue entrenado para ser una herramienta de su monarca. ¿Qué harías si sobrevives a tu primera misión importante como asesino de tu rey, pero terminas en muy malas condiciones? ¿Y si vuelves y descubres que la amenaza no viene solo de los piratas que saquean las costas, sino que el corazón de la corte está lleno de intrigas y traiciones? Hoy quiero recomendarles Asesino real, de Robin Hobb. El segundo libro de la fabulosa Trilogía del Vatídico que nos llega reeditada gracias a Nocturna Ediciones con las precisas ilustraciones de Magali Villeneuve y la espectacular traducción de Manuel de los Reyes.
«Me estremezco al pensar en el precio que se ha llegado a pagar por amarme».
El libro es una continuación directa de Aprendiz de asesino (que ha sido una de mis lecturas favoritas del año), así que si aún no conocen a Traspiés y su historia, es mejor que no sigan leyendo. Porque si bien en esta reseña no tendrán spoilers del segundo libro, sí que puede desvelarles detalles de la trama de la primera parte que es mejor descubrir al leer. La Trilogía del Vatídico está llena de magia, intrigas políticas, piratas, aventuras, secretos, venenos y soledad; les dejo por aquí el link de mi reseña de su primera entrega para que descubran algunas razones por las que deberían darle una oportunidad.