Imaginen crecer en un lugar tan hostil que prefieres irte a la guerra que permanecer allí. Un pueblo lleno de fantasmas y con un Bosque que exige sacrificios a cambio de conceder favores a quienes cumplan con sus crueles demandas. Un sitio en el que todos los vecinos parecen creer que el Bosque es una especie de protector aunque demande un alto precio, y esos favores que reciben a cambio de tanta sangre siempre resultan estar envenenados. Hoy quiero hablarles de Las raíces recuerdan tu nombre, de Aitziber Saldias. Una novela de terror rural cargada de dolor, secretos y maldiciones generacionales.
«Si los muertos no desaparecen, los vivos no descansan».
El libro nos cuenta la historia de Lander Herrera, un joven soldado que regresa al pueblo que lo vio nacer cuando recibe en el frente la noticia de que su padre ha muerto. Aunque la intención de nuestro protagonista es cumplir con las formalidades que conlleva la muerte de su progenitor lo más rápido posible y abandonar nuevamente Urrun, ese pueblo maldito al que nunca pensó en volver, digamos que una vez que regresa allí se da cuenta de que el informe que registra la muerte de padre no es tan fiel como se podría esperar. Que hay incongruencias que le hacen sospechar que quizás esa muerte no fue natural. Y es algo que él mismo podrá comprobar de alguna manera porque en ese universo creado por Saldias los muertos no desaparecen al morir.