Imaginen dejar tu vida y a tu familia detrás para viajar a un París opresivo y distópico con el objetivo de trabajar en la empresa más grande del país. Cambiar tu apacible vida en el campo a fin de vivir en una ciudad que ha perdido las estaciones y que debido a la contaminación se ha transformado en un sitio frío y gris. Sentirte incómodo y fuera de lugar hasta que un encuentro casual con un chico soñador transforme tu nueva realidad en una llena de posibilidades. Hoy quiero hablarles de Seremos de cobre, de Maeva Nieto, un maravilloso retelling de la ópera «La Bohème» de Puccini, con una vuelta de tuerca fantástica y queer.
«Aunque duele, ya no hay miedo.
Ruud no es humo. Es viento. Es el viento que arrastra las nubes y da paso a la primavera.
Voy a seguirle».
Dividida en tres actos, la novela está protagonizada por Ruud, une matemátique de veinticinco años que deja su tranquila vida en el sur de Francia y a su familia para ir a trabajar a París. Ambientada en a mediados de un siglo XVIII alternativo en el que la contaminación de las principales ciudades del mundo ha causado que pierdan las estaciones y los colores, transformándolas en páramos grises en los que es muy difícil ver el cielo, y en los que la nieve cae sucia y tan gris como todo lo demás. Nuestro protagonista recibe una oferta que no puede rechazar: Industrias d'Arsonval, la empresa más grande del país, le ofrece un puesto de trabajo. Así que con una maleta, llega repleto de expectativas solo para descubrir que la ciudad está llena de injusticias y huelgas.
Ruud se muda a un destartalado y frío edificio en el que compartirá espacio con tres artistas que harán que su vida en esa ciudad gris empiece a tener un poco de color. Allí conocerá a Marzy, una malhablada pintora que se volverá una de sus mejores amigas. También a Sasha un ruidoso músico y a Claud, un tranquilo filósofo que contrarresta el ímpetu de los otros dos inquilinos. Gracias a esos amigos Ruud encuentra una especie de nueva familia lejos de casa, y las penurias de la vida en la ciudad se hacen más soportables. Porque además de los cambios, debe lidiar con el dolor de una extraña enfermedad heredada de su familia, que la hace tener dolores constantes y los huesos demasiado grandes. Sin embargo, no será hasta que conozca a Mika cuando su existencia se transforme por completo.
«Yo quiero ser ingeniero. Inventar algo importante, inspirador. Que mejore el mundo más allá de lo que yo vaya a vivir… Quiero serlo para crear algo bueno».
Mika es un joven bajito y pelirrojo que en vez de pulmones tiene dos fuelles en su pecho y al que conocerá por casualidad. Un ingeniero que sueña con volar y que tiene su taller en el edificio abandonado que está frente al hogar de Ruud. Los encuentros con el ingeniero harán que le matemátique empiece a soñar con un futuro mejor. Uno donde elle y Mika puedan unir sus habilidades para construir una aeronave capaz de volar. Pero digamos que las cosas no serán nada fáciles para ese par. Mika es el hijo de un hombre poderoso que ansía que siga sus pasos y que no verá con buenos ojos que su heredero se rodee de Ruud y sus amigos. Además, el pasado del joven pelirrojo está lleno de secretos que desea descubrir y que podrían destruir todo lo que cree conocer sobre sí mismo.
Con una ambientación con toques steampunk llena de fábricas e inventos alucinantes, Nieto nos lleva a un París alternativo pero muy real. Uno lleno de huelgas y trabajadores que desean luchar por una mejores condiciones laborales, pero que están a merced de un pequeño grupo de poderosos empresarios que manejan todas las industrias importantes y que se sienten por encima de la ley. Adoré a los personajes tanto principales como secundarios, su complejidad y evolución. Así como la manera en la que le autore no solo incluye diversos tipos de relaciones queer en la novela, sino que hace lo mismo en representar a personajes con discapacidad. No les puedo decir mucho más, pero terminé con el corazón un poco roto, aunque las razones es mejor que la descubran al leer.
«Quiero saber cómo llamarte para que conmigo siempre seas tú».
Un París distópico y steampunk, arte, injusticias, identidad, amistad y amor… Seremos de cobre, de Maeva Nieto es un homenaje precioso a «La Bohème» de Puccini y también mucho más. Una historia de una familia encontrada y de cómo el arte nos puede salvar. Una obra que además tienen unos personajes maravillosos a los que deberían conocer. Me dejó el corazón un poco roto, pero valió la pena todo el viaje. Si están buscando una novela con buenos personajes y representación queer tienen que darle una oportunidad. Es lo primero que leo de le autore, pero no será lo último.
¿Han leído Seremos de cobre? ¿Les llama la atención?
No hay comentarios :
Publicar un comentario