¿Qué harías para recuperar la relación que tenías con tu esposa? Una conexión que se ha ido debilitando cada vez más desde que perdieron a tu hijo en un accidente. ¿Qué pasaría si volver a la casa de campo donde pasabas tus veranos cuando eras un niño no es la solución que esperabas para sanar tu matrimonio? ¿Si las advertencias veladas que todos te hacen en el pueblo tienen una base real? ¿Qué pasaría si el pasado que olvidaste regresa para atormentarte? Hoy quiero hablarles de La decadencia de las cosas delicadas, de Beverley Lee una novela gótica que tiene muchos de los elementos que me encantan: casas encantadas, pueblos pequeños, secretos, mitología y fantasía oscura. Libro que nos llega con la traducción de José Ángel de Dios.
«Su decisión de volver allí de visita le había parecido una buena idea. Quería disfrutar de unos días apacibles con Faye, mostrarle los lugares que había explorado de niño. Quería volver a conectar con ella, hacerla sonreír de nuevo, demostrarle que ambos podían salir airosos de aquella pérdida mientras se estuvieran el uno al otro».
Dividido en dos partes el libro nos cuenta la historia de Dan y Faye, un matrimonio londinense que, tras perder a su hijo adolescente en un accidente, se encuentra en crisis. Dan es un hombre que se siente culpable y que se atormenta pensando en cómo se despidió de su hijo Toby con un asentimiento de cabeza (porque estaba enfrascado en su trabajo), sin saber que esa sería la última vez que lo viese. Un esposo que no sabe cómo lograr que su mujer supere la pérdida de ese hijo. Así que cuando Dan recibe la noticia de que tras la muerte de su tía Lucinda heredó la casa de campo donde pasaba todos los veranos cuando era niño, decide que dejar la ciudad y el hogar que les recuerda a su hijo puede ser lo que necesitan para empezar a sanar.
Sin embargo, ir a esa casa en el medio del bosque, una a la que no había regresado desde que tenía catorce años (y a la que había prometido nunca volver) puede que no sea la solución a sus problemas. No es solo que en el pueblo cercano no le paren de hacer advertencias sobre el bosque y sus peligros, así como de Barrington Hall, esa mansión abandonada que está junto al lago en medio de la arboleda y que es mejor evitar. Sino que también una parte de Dan está segura de que algo terrible ocurrió allí, aunque no pueda o quiera recordar qué fue lo que pasó ese verano en el que visitó la zona por última vez.
«En aquella casa, donde la oscuridad era más que la simple ausencia de luz, la certeza no tenía cabida».
Narrada de manera coral, no solo contaremos con la perspectiva de Dan, sino también la de Faye. Esa madre rota por el dolor que solo quiere que la dejen tranquila y que pronto descubre que ese hogar de la infancia de su marido es un sitio aterrador. Y que ve en los límites del bosque a un chico al que no puede evitar comparar con su hijo. Así mismo, tendremos capítulos contados por un extraño niño y otros por Corrigan. Pero descubrir quiénes son esos dos personajes es mejor que lo hagan por ustedes mismos. Solo les puedo adelantar que en esa arboleda está llena de enigmas, y que la construcción de Barrington Hall perturbó la paz del bosque y de sus criaturas de maneras inimaginables y perturbadoras.
Beverley Lee va creando una historia inquietante en la que necesitamos ir descubriendo todos sus secretos. Una que a la que va añadiendo capas y tantos elementos que es difícil imaginar cómo hará para hacer que funcionen bien juntos, pero vaya si lo consigue. Barrington Hall es una casa encantada de las que quitan el aliento, las escenas ambientadas allí son las que dan buen material para pesadillas. Descubrir su historia es tan interesante como aterrador. También conocer más de ese pueblo con sus secretos que no parece aceptar a los citadinos porque no respetan las viejas costumbres. Sin hablar de Corrigan, a la que es muy fácil comprender, aunque no apoyes sus elecciones o sus métodos.
«Barrington Hall no iba a dejarle marchar».
Casas encantadas, bosques, monstruos, pérdida, secretos, venganza… La decadencia de las cosas delicadas, de Beverley Lee es una novela con una atmósfera opresiva. Con tantos elementos que es difícil creer que puede funcionar pero que lo consigue y muy bien. Que no solo nos habla de la culpa y del arrepentimiento, sino de la venganza y sus consecuencias. Así como del peso de nuestras lecciones. Es una pena que al libro le falte una segunda corrección, encontré errores como un par de párrafos donde a un personaje se le cambiaba el género (lo que me sacaba de la lectura porque tenía que releer para ver si me equivocaba yo o el texto). Si están buscando una novela sobre casas encantadas con tintes clásicos pero que los sorprenda tienen que darle una oportunidad.
¿Han leído La decadencia de las cosas delicadas? ¿Les llama la atención?
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