Monstruos rotos, de Lauren Beukes

Es un hecho probado que mientras más me gusta un libro, más complicado es hacer una reseña que los haga salir a todos corriendo a comprarlo, tanto para ustedes como para regalar; pero haré el intento porque, Lauren Beukes con su impresionante Monstruos rotos, me ha vuelto a conquistar, así que invitados quedan todos a conocer esta truculenta historia.

“El cuerpo. El-cuerpo-el-cuerpo-el-cuerpo, piensa. Las palabras pierden el sentido cuando las repites. Lo mismo les sucede a los cuerpos, aun con todas sus variantes. Un muerto es un muerto”.

Todo inicia cuando la inspectora Gabriella, respondiendo la llamada de un policía novato apellidado Jones, encuentra el cuerpo de un niño, un hecho que será trágico y lamentable, pero no algo inusual, ya que se encuentran en Detroit, la ciudad más violenta de Estados Unidos. Sin embargo, no nos encontramos ante un caso común, porque el cuerpo ha sufrido una aberrante mutilación, en el lugar donde deberían estar las piernas del chico, lo que encuentran es el cuarto trasero de un ciervo, pues del ombligo hacia abajo, alguien se ha encargado de ensamblar su cuerpo con el del animal, como si de una atracción macabra de feria se tratase.

Este hallazgo tan lamentable y perturbador, hace que todos los detectives de la policía de Detroit, encabezados por Gabriella, se dediquen a encontrar al asesino antes de que el pánico llegue a las calles, una tarea para nada fácil. No contaremos sólo con Gabriella como narradora, se irán alternando capítulos con diversos protagonistas que nos ayudarán a comprender más de cerca lo qué podría estar ocurriendo, es algo mucho peor que un asesino en serie muy creativo.

“Intentamos mantener a raya la oscuridad rodeándonos de ella”.

Uno de los protagonistas es Jonno, un escritor de 37 años que acaba de llegar a Detroit huyendo de un pasado, que poco a poco se irá desvelando. Un hombre, que en apariencia busca el amor, y cree encontrarlo en una guapa DJ que se transformará en su guía, para mostrarle los lugares auténticos de la ciudad, que van mucho más allá de los almacenes y fábricas abandonadas que los hipster van a fotografiar, como si de un monumento a la decadencia se tratara.

Otro es TK, un sin techo y ex alcohólico que se encarga junto a su amigo Ramón, de entrar en las casas y fábricas abandonadas, para recuperar objetos que luego se encarga de vender, una vida dura a la que se vio obligado a recurrir por un injusto pasado plagado de violencia.

Lyla es otra de nuestras narradoras, es la hija adolecente de Gabriella, la inspectora de policía, una chica inteligente y con convicciones propias, que está pasándolo mal por el divorcio de sus padres y que junto a su amiga Cass, tendrán un papel fundamental en todo lo que va a ocurrir, porque Lauren no escribe nada sin un propósito.

Pero además de todos ellos, contaremos con el punto de vista del asesino, lo que nos permite conocerle de una manera mucho más completa. Un personaje complejo y atormentado. Y lo mejor, es que cada personaje tiene su propio estilo al hablar, y son fácilmente identificables, lo que los hace únicos y no intercambiables, como pasa en muchas novelas, así que bravo por traductor Rubén Martín Giráldez que mantuvo esas personalidades.

Por otra parte, Detroit es tan protagonista de este libro como cualquiera de sus personajes, Lauren Beukes se encarga de retratarnos vívidamente la decadencia de la cuidad, las fábricas abandonadas, las casas deshabitadas y los vecindarios fantasmas, las estadísticas y los casos de violencia tan sonados en las noticias, pero también sobre la variada escena artística de la cuidad. Un verdadero acierto usar las ruinas del sueño americano de escenario para esta novela, pues le aporta un tono aún más oscuro y represivo.

“Hay quien tiene pueblos fantasma, nosotros tenemos toda una ciudad”.

Una de las cosa que me llamó mucho la atención, es cómo Jonno el escritor se trasforma de repente y por sugerencia de su novia DJ en Youtuber; crea un canal y empieza a subir contenido, porque esa es la nueva manera de acercarse a la gente, y lo que inicia como reportajes de la vida artística de la cuidad, se convierte en lo viral de la noticia macabra, se degenera en cualquier cosa por más visitas, un mundo donde todo vale, un triste reflejo de nuestra sociedad actual, el de las celebrities 2.0

“No es el mundo lo que es un escenario: lo son las redes sociales, donde una trata de representar su espectáculo. El resto de la vida son ensayos, preparativos con vistas a ser fabulosa en internet”. 

Pero lo realmente fascinante del estilo de Lauren, es cómo agrega a la narración elementos fantásticos que la trasforman totalmente, y lo que podía ser una novela policíaca, se convierte en algo más. Fórmula que ya habíamos visto en Las luminosas, su anterior novela, pero que igual no deja de sorprenderme.

Es interesante cómo poco a poco los diferentes personajes se relacionan y cómo las acciones o inacciones de unos, afectan a todos. También cómo las diferentes sub-tramas en apariencia independientes, se terminan enlazando. Hay unos capítulos donde vemos a través de tres narradores diferentes las consecuencias de no aceptar una llamada, maravilloso de verdad.

Escrito de manera asombrosa, se nos habla de un asesino pero también de lo constructivo o destructivo de los sueños y de los múltiples temas que se exponen, me quedo con la crítica a  la sociedad híper conectada, donde un vídeo y los comentarios en las redes sociales pueden destruir vidas, pues estamos en un mundo en el cual es muy fácil humillar a cualquiera, donde todo queda grabado, internet no olvida. Si están ansiando leer algo diferente y espectacular Monstruos rotos es la opción ideal.

Pueden leer una de mis frases favoritas aquí.

¿Han leído algo de Lauren Beukes? ¿Les llama la atención Monstruos rotos?