Nada mejor que una buena historia de viajes en el tiempo para terminar bien el año. A lo largo del 2022 la editorial Red Key Books publicó por completo la trilogía Impossible Times de Mark Lawrence. Hoy toca hablarles de su tercera y última entrega: Una ilusión disipada. Un final más que a la altura para esta trepidante historia llena de aventuras, viajes al pasado y al futuro, Dungeons & Dragons, paradojas y decisiones que no solo podrían acabar con tu vida, sino con todo el universo.
«Al explotar, el tiempo no tiende a crear bolas de fuego emocionantes, y la mayoría de los escombros del laboratorio Winston salieron despedidos por los aires a una velocidad que hacía que hasta los caracoles parecieran rápidos».
Si aún no han leído Una palabra mortal o Un deseo limitado es mejor que no continúen la reseña y así evitar posibles spoilers de los dos primeros libros. Si aún no conocen a Nick y la historia de cómo descubre qué los viajes en el tiempo son algo real, que él debe crear la máquina que le permita realizarlos y de esa manera salvar al amor de su vida, es momento de darles una oportunidad. Aquí tienen mi reseña del primer y segundo libro para que se animen a descubrir la trilogía Impossible Times.
En Una ilusión disipada nos reencontramos con Nick en 1992, cuando ya lleva seis años trabajando en Cambridge para construir la máquina del tiempo que su yo del futuro le dijo que tenía que crear para salvar a Mia. Los años han ido pasando desde ese primer encuentro de un Nick de quince años y recién diagnosticado de cáncer y su yo futuro, con su peligrosa misión. Un hombre que regresó al pasado para salvar los recuerdos de la mujer que ama. Y si el Nick adolescente quiere asegurarse de superar su enfermedad y llegar a ser el adulto que viaja hasta 1986 debe hacer todo lo que recuerda que hizo esa versión mayor de sí mismo.
Porque realizar algo diferente a lo que rememora la versión adulta de nuestro protagonista implicaría un cambio en la línea temporal. Lo que evitaría que pudiese salvar realmente a la Mia del futuro. Y, aunque Nick trata de hacer todo lo posible para así mantenerse en esa línea temporal, realmente no quiere acabar su vida del modo que sabe que terminará. Así que, aunque esté decidido a crear la máquina del tiempo, y mantenerse lo más cerca que pueda a sus recuerdos, también desea tener la oportunidad de buscar un final diferente para él y para Mia.
«Tenemos a ciento siete personas desnudas que viajan atrás en el tiempo dentro de la cueva, y dos de ellos somos nosotros. Eso es lo único que podemos sacar en claro».
Además, cuando Nick descubre que su yo del futuro le había estado mintiendo, más determinado está en tratar de encontrar una alternativa, aunque la opción de sobrevivir a su viaje al pasado parezca imposible. Entre saltos entre el Nick de 1992 y el de 2009, descubriremos todos los pasos que da nuestro protagonista hasta convertirse en el hombre de mediana edad que viaja al pasado con el fin de encontrarse con su yo adolescente e implicarlo en una misión letal. Y no será nada fácil.
Aventuras, viajes en el tiempo, mentiras, paradojas, decisiones, amor… Una ilusión disipada, de Mark Lawrence es un final perfecto para la trilogía. Una en la que el autor nos hace replantearnos lo que hemos leído hasta ahora y creemos inevitable. Con una buena dosis de amistad incondicional y partidas de Dungeons & Dragons que nos ayudarán a descubrir maneras de cambiar nuestro destino. Es una suerte que la editorial apostase por publicar la trilogía completa en un solo año, con pocos meses de separación entre libros y conservando el mismo traductor para todas las entregas: David Tejera. Si quieren disfrutar de viajes en el tiempo, paradojas y aventuras tienen que poner en su pila la trilogía Impossible Times.
¿Han leído Una ilusión disipada? ¿Les llama la atención?
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