En teoría, una casa encantada debería ser el escenario ideal para que un escritor de terror escriba su próximo éxito. Aún más si ese autor en particular es un escéptico de lo sobrenatural. No obstante, puede que esa casa en el páramo desolado que tendría que ser el refugio del afamado novelista que quiere escapar de la atención pública por una temporada sea el origen de todas sus pesadillas. Hoy quiero recomendarles La casa de los huesecillos, de Beverley Lee. Una novela corta en la que las maldiciones cobran vida y los muertos no encuentran el descanso eterno.
«Se preguntaba si había ido hasta allí para reconstruir su vida o para desvanecerse en la oscuridad».
El libro nos cuenta la historia de David Lansdown, un afamado escritor británico de novelas de terror. Un hombre de mediana edad que a pesar de no creer realmente en lo sobrenatural es un autor que no para de publicar éxitos. Lo conocemos justo cuando toda su vida se pone patas arriba a causa de una fotografía. La instantánea lo muestra a él junto a un joven que lo mira con adoración. Y en cualquier otra ocasión que un hombre de cincuenta años tenga una relación secreta con una pareja mucho más joven no sería un escándalo tan grande, pero es que el chico que sale en la foto es Luca Carlyle Fox-Waite, el hijo del mejor amigo de David, quien es además es el director general de la editorial que lo publica.
Por recomendación de su agente y con el fin de mantenerse alejado de la prensa y el escándalo de su romance secreto, David deja Londres para pasar una temporada en una casa en medio de un páramo desolado. Un edificio de vidrio y piedra caliza recién terminado de construir y que los dueños anteriores abandonaron tan solo un mes después de empezar a vivir en él. Un lugar que todos creen que está poseído y que por lo tanto debería ser el ideal en el que escribir su próxima novela, un éxito de ventas que le permita retomar su carrera y olvidar la traición que supuso su relación con Luca para su mejor amigo Charles Montage Fox-Waite.
«En unas pocas semanas había conseguido echar por tierra toda su carrera y su vida él solo, y solo gracias a la divina providencia y a la rápida y zalamera actuación de su agente había conseguido salir de aquello sin hundirse del todo».
Sin embargo, desde el primer momento en que David llega a la casa siente que hay algo que no está del todo bien en ese lugar. Y no es únicamente por la nota de advertencia que encuentra clavada en la puerta, sino por lo que experimenta al entrar a ese hermoso pero frío lugar. Así veremos como lo que debería ser un sitio de retiro en el que escribir sin distracciones ni Internet, solo con un móvil básico para llamar en caso de emergencia, se irá transformando poco a poco en un escenario de pesadillas. Porque hay lugares que deberían permanecer intactos, y una construcción justo en esa colina fue desde el principio una muy mala idea.
Beverley Lee crea una novela corta con una atmósfera que cada vez se hace más asfixiante. Una historia en la que contaremos no solo con los capítulos narrados por David, en el que el escritor nos irá contando su día a día en la casa y su escalada de terror y locura. Sino que también disfrutaremos de capítulos narrados por Luca y por su padre, lo que nos permitirá ir descubriendo las leyendas que envuelven ese lugar en el que está la casa de retiro del escritor y la dimensión del peligro al que se enfrenta sin saberlo.
«Su carne muerta hacía tiempo que era un festín para los gusanos. Pero las maldiciones reposan en los huesos. No mueren».
Precisamente los capítulos narrados por Lucas son de mis favoritos. El joven que nunca se ha llevado bien con su padre está sufriendo por la ruptura con David, pero no quiere parecer desesperado. Sin embargo, no deja de investigar sobre las leyendas que esconden ese páramo, primero con la finalidad de ayudarle con su novela, y luego para tratar de protegerlo. Y si tengo que elegir qué es lo que me ha gustado más es precisamente descubrir todo lo referente a la Bruja de los Huesecillos, el capítulo dedicado a su historia y al origen del mito es simplemente sublime.
Casas embrujadas, maldiciones, brujas, escritura, soledad… La casa de los huesecillos, de Beverley Lee es una novela corta de terror que los mantendrá leyendo sin parar. Llena de giros que los sorprenderán, y de personajes crueles y egoístas que les romperán un poco el corazón. Un libro con una atmósfera opresiva que nos transportará a los páramos de North Yorkshire y nos provocará verdaderos escalofríos. Como siempre la edición de Dilatando Mentes es estupenda y cuenta con la cubierta de Raúl Ruiz así como la excelente traducción de José Ángel de Dios. Nada como una buena historia protagonizada por un autor de terror para pasar un rato inquietante.
¿Han leído La casa de los huesecillos? ¿Les llama la atención?
Más reseñas de la autora:
No hay comentarios :
Publicar un comentario