In the Nevernever: Agua dulce, de Akwaeke Emezi

Agua dulce, de Akwaeke Emezi

24 noviembre 2021

 


¿Qué pasaría si tuvieras que compartir tu mente y tu cuerpo con otros seres? ¿Qué ocurriría si unos dioses menores compartieran tu existencia y poco a poco tu propio yo fuese quedando relegado a un segundo plano? ¿Cómo se puede vivir cuando tanto tú como tu mente están rotas? ¿Cómo sobrevivir si nacer con un pie en el otro mundo implica que cada día es un verdadero reto? Hoy quiero recomendarles Agua dulce, la extraordinaria y desgarradora ópera prima de Akwaeke Emezi. Una novela que duele pero que es muy necesaria.

«Éramos a la vez viejes y recién nacides. Éramos ella, y al mismo tiempo, no lo éramos. No estábamos conscientes, pero sí vives. De hecho, ese era el problema primordial. Que éramos un nosotres aparte en lugar de ser, pura y llanamente, ella».

Esta es la historia de Ada, una joven nigeriana a la que veremos crecer mientras tiene que lidiar con los ọgbanje. Según las creencias igbo, los ọgbanje son espíritus malignos que habitan los cuerpos de los niños y que traen desgracias a sus familias. Para Ada, nacer con esos espíritus implicó que nunca pudiese ser una niña o una adulta normal. Tener una puerta abierta entre el mundo de los vivos y el de los espíritus (que debería estar firmemente cerrada), transformará su existencia en un reto continuo.

No será Ada quien nos cuente su historia, nuestros principales narradores serán esos semidioses, que se identifican a elles mismes como Nosotres. A través de sus palabras conoceremos lo que implica para nuestra protagonistas su existencia, qué pasa cuando se encierran a dioses en un cuerpo mortal, y cómo, paulatinamente, ese conjunto de espíritus va ganando identidades y teniendo personalidades separadas. Una de ellas será Asụghara, quien hace su aparición cuando Ada se muda a Estados Unidos para estudiar en la universidad y necesita desesperadamente alguien que la proteja de los horrores disfrazados de amor que allí sufrirá.

«A menudo los humanos rezan y luego se olvidan de lo que son capaces sus bocas, olvidan que todos los oídos están atentos, que cuando orientas tu anhelo hacia los dioses, los dioses pueden tomárselo como algo personal».

Ir descubriendo paulatinamente cómo fue el nacimiento de Ada y sus primeros años en Nigeria, así como conocer a su familia es alucinante a la par que desgarrador. Lo que implicaba que ella no fuese una niña tranquila a diferencia de sus hermanos, que tuviese pesadillas constantemente, y como a poco se fue rompiendo. Porque los espíritus malignos que habitaban el más allá querían reunirse con aquellos que vivían dentro del cuerpo de la niña, y los odiaban por no volver con ellos. Pero aún más descorazonador es ver lo que ocurre en la vida real, que poco tiene que ver con los dioses (o quizá sí).

Aunque nada nos puede preparar para lo que vivirá la joven al empezar la universidad y comenzar a salir con un chico. Hay muchas maneras de romper un cuerpo y una mente. Y la de Ada terminará tan dañada que es difícil imaginar que hay espacio para la salvación, pero lo hay. Le autore deja lugar para la esperanza, las segundas oportunidades y para encontrar la paz entre nuestros propios demonios. Para aceptar los traumas, liberarse de la culpa y encontrar consuelo. Pensar que el libro está basado en las vivencias de le autore me deja sin palabras.

«El mundo de mi cabeza ha sido mucho más real que el de fuera… no quería estar sola, así que les elegí a elles».

Dioses y enfermedades mentales, sacrificios y autolesiones, soledad, culpa… Agua dulce, de Akwaeke Emezi, es una historia dolorosa pero brillante, una de las que no se olvidan. Una novela muy bien escrita que nos habla del abuso y sus consecuencias, así como de las enfermedades mentales y su estigmatización. De los mecanismos que usa nuestra mente para sobreponerse a los traumas y sobrevivir. Lo que implica no estar a gusto con tu propio cuerpo o que no puedas confiar en tu propia mente. De lo difícil que es encontrar nuestra identidad si sentimos que no encajamos. Una obra que, además, nos permite descubrir parte de la cosmología igbo que a mí me resultó fascinante. Que voz tan poderosa la de Emezi y que maravillosa la traducción de Arrate Hidalgo. ¡Leed la novela! No se arrepentirán.

¿Han leído Agua dulce? ¿Les llama la atención?

4 comentarios :

  1. ¡Holaaaaa!

    MADRE MÍA. ME LO LLEVO ANOTADÍSIMO.
    Me encanta este tema de los dioses que viven en el cuerpo de uno, esa existencia a medias entre el mundo de los vivos y el mundo de los espíritus. Y que esta parte más fantasiosa se mezcle con relaciones tóxicas, enfermedades mentales y temas mucho más duros... OMG. Este libro es para mí, creo que me va a encantar. Muchísimas gracias por la recomendación.

    ¡besos!

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    1. Creo que te puede gustar y mucho, Irene. Es una historia muy dura pero escrita con maestría. Y sí, que el uso de los elementos fantásticos y esos dioses que comparten su vida para relacionarlo con las enfermedades mentales es alucinante.

      Es de esas lecturas que te atrapan desde la primera página. ¡Qué lo disfrutes! ♥

      Besos

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  2. ¡Hola! Qué bien que lo hayas disfrutado tanto, te ha quedado una reseña muy bonita y que deja con muchas ganas de leerlo. Un besote :)

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    1. ¡Muchísimas gracias, Marya! Es una lectura que me gustó mucho y me alegra saber que la reseña lo refleja. Ojalá muchas personas le den una oportunidad a Akwaeke Emezi, es una suerte que podamos leer a le autore en español ♥

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