¿Cómo sería el mundo si la mitad de la población desapareciera tras una pandemia? ¿Qué ocurriría si todos los hombres se enfermaran y murieran? ¿Qué pasaría si tu hijo es uno de los pocos niños que aún quedan en el planeta? ¿Qué estarías dispuesta a hacer para mantenerlo a salvo? Hoy quiero hablarles de de otra de mis lecturas para el #LeoAutorasOct: Afterland, de Lauren Beukes, una adictiva novela que mezcla thriller con un escenario apocalíptico. Un viaje por carretera, una huida que nos llevará a recorrer unos Estados Unidos transformados porque la nueva normalidad es un mundo sin hombres.
«Es inevitable que los encuentren y se los lleven otra vez. La detendrán. Le quitarán a Miles. En Estados Unidos les roban los niños a sus padres. Ya era así antes de todo… esto».
Esta es la historia de Cole y Miles. Una madre y su hijo casi adolescente. Uno de los pocos hombres que aún sobreviven en un mundo donde una extraña enfermedad acabó con más del 99 % de los varones. Un virus hacía que los hombres desarrollaran un letal cáncer de próstata que era imposible de tratar. Aunque iniciamos el libro dos años después de que llegase el fin del mundo tal y como lo conocemos, a través de saltos en el tiempo podremos ver cómo empezó a desarrollarse la enfermedad y la manera en que poco a poco todas las mujeres del planeta pierden a sus padres, sus hermanos, sus maridos y hasta a sus propios hijos.
A Cole y a Miles los conocemos mientras huyen del gobierno. Después de haber estado encerrados en una base militar por su propia seguridad, y luego en un búnker de lujo para los hombres sobrevivientes y sus familias, madre e hijo se ven obligados a escapar, tratando salir de Estados Unidos y volver a Sudáfrica, donde está su verdadero hogar. Porque, aunque Devon (el padre de Miles) era estadounidense, Cole es de Johannesburgo. En esa ciudad se conocieron y establecieron a su familia y aunque el virus los pilló de visita en Estados Unidos nunca imaginaron que no podrían volver.
«Es inimaginable lo que el mundo puede cambiar en seis meses. Inimaginable».
Pero Cole y Miles no serán nuestros únicos narradores. También conoceremos a Billie, la hermana de Cole. Una mujer sin escrúpulos que tiene un plan que le permitirá sacar beneficios de su sobrino preadolescente. Porque en ese mundo lleno de mujeres que han perdido a todos los hombres de su vida de momento está prohibida la reproducción. Los bancos de esperma están cerrados hasta que encuentren una cura o una vacuna que les permita traer bebés al mundo con seguridad. Pero Billie y las personas para las que trabaja tienen un plan diferente. Uno muy lucrativo.
Así, intercambiando entre los puntos de vista de Cole, Miles y Billie, nos embarcamos en una huida y en una persecución que nos llevará a atravesar un país desierto en el que el dinero sigue siendo tan importante como antes de la desaparición de los hombres (o incluso más). Visitaremos una comuna anarquista, nos refugiaremos con una congregación de monjas con hábitos fluorescentes que predican el perdón pero tienen métodos muy poco ortodoxos, nos toparemos con grupos de paramilitares, mafiosas y mucho más.
«Hay monstruos en las profundidades, en otras dimensiones y, a veces, incluso en las familias. Pero también hay cosas buenas».
Pensar que este libro fue escrito antes de la pandemia me produce escalofríos. Hay pasajes, unos que incluso hablan de la obsesión de todos por saber dónde o cómo pillaron el virus, que resuenan mucho con lo que nos ha tocado vivir en estos dos últimos años.
Un mundo sin hombres, una huida, una madre que está dispuesta a todo para mantener a salvo a su hijo… Afterland, de Lauren Beukes, nos lleva a vivir lo que conoceremos como un «machopocalipsis» (gracias a Pilar Ramírez Tello por esa genial traducción). Que tengamos tres narradores, así como los saltos temporales, hacen que el libro sea aún más maravilloso. Ver la culpa y las dudas de Cole, la irritación del adolescente Miles y su miedo, incluso los delirios de la odiosa Billie, logran que no quieras parar de leer. Si están buscando un apocalipsis diferente, lleno de reflexiones y crítica social dadle una oportunidad.
¿Han leído Afterland? ¿Les llama la atención?
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