¿Hay algo más noble que un grupo de héroes con la misión de acabar con la oscuridad? Imaginen una banda de seguidores de la Luz que, queriendo terminar con un enfrentamiento tan antiguo que nadie conoce su origen, arriesgan sus vidas para cumplir con una profecía y asesinar así al temible Señor Oscuro. Pero ¿hasta qué punto estamos dispuestos a llegar por nuestros ideales? ¿Qué es aceptable y qué no cuando se lucha por una causa que se cree justa? Hoy quiero hablarles de Spiderlight, de Adrian Tchaikovsky, una novela donde el escritor inglés quiere transformar con ironía, inteligencia y una buena dosis de humor, las historias de fantasía épica que todos conocemos.
“Cuando Dion valoraba el mundo, su principal pregunta era: «¿esto es Luz u Oscuridad». El interés principal de Penthos era casi siempre: «¿Esto arde?»”.
Nos encontraremos con un grupo de cinco aventureros que, liderados por Dion, una sacerdotisa del Armes (el culto de la Luz) emprende una peligrosísima misión. Para cumplir la profecía y liberar al mundo del Señor Oscuro Darvezian y sus huestes, deberán enfrentarse primero a la aborrecible Reina Araña y encontrar así el artefacto que les permitirá a los guerreros de la Luz acabar de una vez y para siempre con la Oscuridad.
Aunque preferiría a otros compañeros, a nuestra recta sacerdotisa de la Luz la seguirán durante sus andanzas: Penthos, un poderoso hechicero que tiene un ego casi tan grande como su capacidad para la magia; Cyrene, una arquera consumada y una guerrera temible que es tan rápida para juzgar como lo es con la espada; Lief, un astuto ladrón, tan sigiloso como hábil y que desearía no estar allí, y por último, nos encontraremos con Harathel, el paladín, un guerrero de la iglesia hábil y que a pesar de su aparente rectitud resulta que también encarna todos los prejuicios de lo que un héroe no debería ser.
“El mandato de Armes… había confirmado que solo los seres humanos estaban hechos para la Luz, y que aquellas otras razas antropomorfas eran criaturas de la Oscuridad. Sin embargo, aquí todo era gris”.
Tras enfrentarse a la matriarca arácnida, nuestros héroes se verán obligados a viajar con uno de sus hijos, quien tras ser dotado con el conocimiento ancestral de la Reina Araña deberá guiarlos a la guarida de Darvezian por un camino oculto que solo ella conocía. Pero, como viajar con una araña gigante a través de todo un reino puede resultar un poco complicado, Penthos decide transformarlo en algo con una apariencia más humana. Sin embargo, el resultado lo convierte en un ser que, aunque antropomorfo, es aun más grotesco y abominable.
Iremos alternando entre las diferentes perspectivas de nuestros protagonistas para ir avanzando en ese largo y peligroso viaje que llevará a la Luz a combatir con la Oscuridad. Así podremos vivir en primera persona las dudas de Dion, la sacerdotisa que pronto va a cuestionarse si los métodos que están utilizando para cumplir su misión la está alejando o no del sendero de la Luz. Descubriremos el alcance del poder de Penthos, sus sentimientos por la sacerdotisa y su incapacidad para expresarlos, su necesidad de resolver todo con fuego.
Conoceremos así mismo a Lief, su habilidad para meterse en problemas y su empatía por la criatura a la que parece que todos desprecian. También podremos ver los conflictos a los que debe enfrentarse Cyrene, y lo que la moralidad de Harathel realmente oculta. Pero sin dudar, los capítulos narrados por Nth, el hombre araña, son mis favoritos. Contemplar la gesta desde su punto de vista le permite a Tchaikovsky que sea aún más fácil que nos cuestionemos lo que creemos que es correcto, porque los límites que se pueden cruzar por lo que es justo son atroces. Además, la edición de Alethé con la portada ilustrada por Libertad Delgado y con la excelente traducción de Alexander Páez es una muy buena opción para empezar a descubrir al prolífico autor británico.
“No era capaz de separar el bien del mal: estaban entrelazado, como amantes”.
Luz y Oscuridad, héroes y villanos, la lucha del bien contra el mal, creer que el fin siempre justifica los medios… Spiderlight, de Adrian Tchaikovsky es una novela que, repleta de humor e ironía, nos recuerda que no todo es negro o blanco, que es más probable que termine siendo gris. Un libro en el que nada es lo que parece y que usa los arquetipos de la fantasía épica para contarnos una historia que no solo es adictiva sino también muy crítica; quizás estemos buscando a los monstruos en el lugar equivocado. No puedo hacer otra cosa que recomendarles que le den una oportunidad, será un viaje y unos personajes que no podrán olvidar.
¿Han leído Spiderlight? ¿Les llama la atención?
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