La llama en la niebla, de Renée Ahdieh

Ya saben lo mucho que me gustan los retellings, esas novelas que toman una historia que ya conocemos y lo transforman en algo nuevo. Así que cuando me enteré que la editorial Nocturna publicaría La llama en la niebla de Renée Ahdie, una autora que ya me había conquistado con La ira y el amanecer, sabía que tenía que darle una oportunidad; sobre todo porque está inspirada en aventuras de Mulan, solo que esta vez no trascurren en China, sino en el Japón feudal. 

"En el principio, había dos soles y dos lunas". 

Esta es la historia de Mariko, una joven de diecisiete años hija de un gran señor feudal, a la que todos consideran un poco rara porque no actúa exactamente como se espera que lo haga una dama. Es curiosa y le encanta aprender. Al iniciar la novela, se encuentra viajando al palacio imperial para conocer a su prometido, el príncipe Raiden, segundo hijo del emperador. Su matrimonio fue concertado por sus padres y a ella como buena hija no le queda más remedio que aceptar un destino en el que tiene ninguna elección. 

Mientras se encuentra atravesando el bosque Jukai junto a su comitiva, sufre un ataque de manos de el Clan negro en el que ella resulta la única sobreviviente gracias a la intervención de una de sus doncellas. Sabiendo que si regresa sin conocer quién contrató al clan y ordenó el ataque, lo único que acarrearía para su familia sería deshonor, Mariko decide internarse en el bosque haciéndose pasar por un chico para buscar y descubrir por si misma a los enemigos de su familia que la quieren ver muerta. 

"Hattori Mariko no era una simple chica. Era mucho más". 

Mariko pronto descubre que el bosque está repleto de todo tipo de peligros, desde hombres crueles hasta misteriosas bestias. Pero gracias a su astucia termina entre las filas del temido Clan negro. Solo que al principio no está muy segura de si lo hace en calidad de prisionera o se le considera un miembro más. Así que tendrá que fingir ser un chico que desea ser un guerrero, aguantar las humillaciones y los trabajos forzados que le obligan a realizar, buscando así ganarse la confianza del grupo para tratar de revelar quién está detrás de su intento de asesinato. 

Pero no solo contaremos con la perspectiva de Mariko, resulta que nada es tan fácil como parece, el imperio está repleto de secretos y ambiciones. Hay conspiraciones y planes que se están llevando a cabo de los que solo podremos tener pequeños vistazos cuando leemos los capítulos narrados por el propio emperador, y también por Kenshin, el hermano mayor de Mariko por unos cuantos minutos, un afamado samurái que no descansará hasta encontrar a su hermana porque se niega a creer que esté muerta. 

"«Sigue las órdenes. Genera confianza. 

Golpea cuando menos se lo esperen»". 

Una de las cosas que más me gustó del libro es ver como nuestra protagonista se va ganando poco a poco con sus inventos y su persistencia un lugar en el clan, estableciendo en contra de su buen juicio relaciones con los diversos guerreros; desde el parlanchín cocinero; pasando por su misterioso líder Ranmaru hasta el temible paladín del clan llamado Ōkami, un guerrero con un poder sin igual que esconde muchos secretos bajo esa actitud de desinterés y apatía. Igual de interesantes son capítulos en que podemos ver todos los secretos e intrigas que esconden el emperador, su concubina así como la emperatriz. También me gustaría destacar la cuidada edición y la excelente traducción de Carmen Torres y Laura Naranjo. 

Secretos, intrigas palaciegas, venganzas, ambición, magia, amistad y amor, La llama en la niebla es una historia adictiva con una ambientación formidable que nos transporta al Japón feudal y nos permite conocer la historia de una joven que quiere encontrar su lugar en el mundo, ser algo más que solo una esposa, a la que no se le permite tener intereses o ser diferente, a la que se negaba cualquier otro destino. Una primera parte en la que Renée Ahdieh nos deja con ansías de una continuación, que espero que se publique pronto.

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