Reseña: La maldición del ganador

Autora: Marie Rutkoski.
Título: La maldición del ganador.
Traducción: Aida Candelario.
Editorial: Plataforma Neo.
ISBN: 9788416429707.
Páginas: 386.
Precio: 16,90 €

Sinopsis:

Como hija del general de un gran imperio que se deleita en la guerra y en la esclavitud, Kestrel solo tiene dos opciones: unirse al ejército o casarse.

Sin embargo, todo su mundo da un giro radical cuando la chica encuentra un esclavo cuyos ojos parecen desear al mundo entero y, siguiendo su instinto, termina comprándolo por una cantidad ridícula de dinero. Pero el joven guarda un secreto, y Kestrel aprende rápidamente que el precio que ha pagado por otro ser humano es mucho más alto de lo que podría haber imaginado. Que ganar aquello que quieres puede costar todo lo que amas. 

Ambientada en un mundo imaginario, La maldición del ganador es una historia de conspiraciones, rumores, secretos y rebeliones en la que todo está en juego y en la que la verdadera apuesta consiste en conservar la cabeza o seguir al corazón.

Opinión personal:

Hay libros que lees con muchas expectativas por tantas buenas críticas que hacen de él, pero esto podría ser perjudicial porque puede hacer que tu opinión se vea afectada negativamente, ya que ansías encontrar más de lo que el libro tiene que ofrecer, pero La maldición del ganador no sufrió ese mal, superó con creces lo que esperaba hallar y me dejó fascinada. 

“La gente que vive en lugares brillantes no puede ver lo que se oculta en la oscuridad”

Esta es la historia de Kestrel, una joven de diecisiete años, hija del general Trajan, el militar de mayor rango del ejercito valoriano, un imperio en constante expansión que va apoderándose de nuevos territorios, haciendo esclavos a sus antiguos habitantes. Ella vive junto a su padre en Herrán, una península que desde hace diez años forma parte del imperio.

Aunque según la ley, antes de los veinte años Kestrel debe unirse al ejército o casarse, nuestra joven tiene claro que su camino no es el de su padre, quien ansía verla ocupar las filas del ejército, ella prefiere dedicarse a la música y tocar el piano, una profesión nada respetable para una dama, ya que se considera que es solo una tarea para los esclavos.

Mientras pasea un día por el mercado, junto su mejor amiga Jess, Kestrel termina en una subasta de esclavos, y allí, por motivos que ella misma en un principio no tiene muy claros, compra a un joven herraní apodado Herrero, por una cantidad exagerada de dinero, uniendo así sus destinos y el de todos los habitantes del imperio, para bien o para mal.

Narrado en capítulos cortos, podremos ir conociendo los puntos de vista, tanto de Kestrel como de Arin, el joven esclavo. Dos caras de la misma moneda, los opresores y los oprimidos, los amos y los obligados a servir, personas que hace solo diez años tenían sueños y deseos propios, que habitaban las casas que ahora ocupaban los invasores, que tenían familia que murió en la guerra, que ahora soportan la represión.

“Los herraníes se rindieron… Eligieron vivir como esclavos antes de morir” 

Se contrasta las diferencias entre los diferentes pueblos. Los herraníes tenían dioses y una rica cultura, pero los valorianos tenían la fuerza y la determinación de su parte; lo que empezó como envidia por sus riquezas, se trasformó en una invasión y en la esclavitud de todo un pueblo.

En medio de toda esta historia, tenemos a los jóvenes que no pueden ser más diferentes, pero que terminan albergando sentimientos que ninguno de los dos creía posibles, ya que Arin no es un simple esclavo, es mucho más, y enamorarse de una de las invasoras no entraba en sus planes.

Duelos, intrigas, traiciones, planes y estrategias. Dos realidades que se enfrentan y lealtades que se encuentran. El libro lo tiene todo para atraparnos, para hacernos poner en la piel de los protagonistas y las difíciles decisiones que deben tomar para ser fieles a sí mismos y también con los de su pueblo.

Me gusta que Kestrel no se acobarde ante las adversidades, que busque soluciones incluso en las situaciones más desesperadas, que sea astuta y una estratega sin igual, pero que también tema el alcance de su propia astucia, que se preocupe por llegar a ser tan cruel como su padre, aunque siempre busque su aprobación.

Por otra parte, Arin me conquistó totalmente, no puedo imaginar a una persona más generosa que él, siendo más que un herrero, es un joven que busca hacer lo correcto, que está enamorado con un amor que no es forzado, que crece de a poco, que se da cuando se conocen y no es una simple atracción. 

Cuando lo importante es ganar y no se tiene en consideración el modo ni el dolor causado, nos damos cuenta del poder de la ambición. Con un final que me hace querer leer ya la segunda parte. La maldición del ganador, es un libro maravilloso y adictivo, que nos plantea más que una historia de amor, es la novela de dos personas tratando de hacer lo correcto en una situación desesperada. Una novela muy recomendable.

¿Han leído La maldición del ganador? ¿Les llama la atención?