En 2023, Mi corazón es una motosierra se transformó en una de mis lecturas favoritas. La particular carta de amor a los slashers que crea Stephen Graham Jones es el tipo de lectura que te deja fascinado, alterado y con ansias de más. Así que hoy quiero recomendarles No temas a la Parca, la segunda novela de la Trilogía del lago Indian, donde nos reencontraremos con nuestra querida Jade, quien, después de haber sobrevivido a lo inimaginable, vuelve a Proofrock para hacer frente a una nueva y letal amenaza.
«Con diecisiete años, esto era mucho más fácil».
No temas a la Parca ocurre cuatro años después de todo lo narrado en Mi corazón es una motosierra, así que si aún no conocen la historia de Jade, una adolescente mitad nativo americana fanática de las películas de terror que siempre deseó vivir en primera persona uno de esos slashers que tanto disfrutaba ver en las pantallas hasta que le tocó verse inmersa en uno, es mejor que no sigan leyendo. Porque si bien en esta reseña no habrá spoilers del segundo libro, como es una continuación directa, puede arruinarles algunas sorpresas de la primera parte que es mejor descubrir al leerlo. Les dejo por aquí mi reseña del primer libro para que encuentren razones por las que deberían darle una oportunidad. Cuando tengan los deberes hechos, vuelan por aquí.
Regresamos junto a Jade Daniels a Proofrock poco antes de Navidad. Cuatro años después de la Masacre del Día de la Independencia, ese festival de muerte y destrucción que cambió para siempre a ese pequeño pueblo de Idaho. Aunque, con 22 años, Jade decide que se dirijan a ella como Jennifer, tratando de alguna manera de poner distancia entre quien es ahora y esa adolescente fanática de los slashers que tuvo que sobrevivir a uno y que terminó en la cárcel por cuatro años, en medio de batallas legales de las que se libró por muy poco.
«—La última vez me quedé ronca gritando que venía el lobo. Esta vez dejaré que sea otra la que dé la voz de alarma».
El problema es que, al poco de llegar Jennifer al pueblo, un asesino en serie indio llamado Molino Oscuro Sur escapa del coche en el que era trasladado a otro estado cuando empieza una terrible ventisca. Y como no podía ser de otra manera, en medio de esa atroz tormenta de nieve, el asesino desata su sed de sangre en Proofrock. Cuando empiezan a aparecer adolescentes asesinados de manera brutal, serán Jennifer y Letha, junto al también de veintidós ayudante del sheriff llamado Banner Tompkins, los que deberán tratar de detener el horror que los acecha. Porque aunque hay un asesino en serie suelto en el pueblo, en las historias de Graham Jones las cosas nunca son tan sencillas como parecen y hay más giros de los que nadie puede imaginar.
(Ilustración completa de Rafael Martín Coronel para el libro)
Me encantó volver a las inmediaciones del lago Indian para reencontrarnos con Jade, o Jennifer, como ahora prefiere que la llamen. Quien, a pesar de todo lo vivido, sigue creyendo que ella no es una chica final y que deben ser otras las que acaben con el horror. Aunque puede que esta vez sí que entienda mejor que todos los slasher se equivocan al creer que es el deber de una chica solitaria acabar con el asesino, que se necesita algo más. Disfruté muchísimo también ver la versión mayor de Letha, esa jovencita a la que Jade idealizaba y que ahora se convierte en una aliada indispensable. Sin hablar de las gemelas Cinnamon y Ginger, quienes, tras sobrevivir por muy poco el horror de la masacre siendo niñas, de adolescentes arrastran cicatrices difíciles de borrar. O del nuevo profesor de historia que parece que oculta las verdaderas razones por las que decidió mudarse al pueblo.
«Porque los asesinos de los slashers, en realidad nunca mueren. Tan solo se pasan unos cuantos años dormidos. Pero siempre están contando los días que faltan para el siguiente asalto».
Como ya nos tienen acostumbrados, la edición de La biblioteca de Carfax es excelente. La cubierta de Rafael Martín Coronel es alucinante y la traducción de Manuel de los Reyes es sinónimo de calidad. De nuevo, con todas las referencias a películas que hay, no debió ser un libro fácil de traducir, pero el resultado es impresionante.
Un pueblo pequeño, un lago congelado, una tormenta de nieve, un asesino en serie, adolescentes muertos de maneras sangrientas, ciervos… No temas a la Parca, de Stephen Graham Jones, es una segunda parte aún más adictiva que su predecesora. Llena de giros que los harán cuestionarse todo lo que creen saber. Si bien creo que la primera parte me pareció más sorprendente en general, esta segunda novela está estructurada de manera que no puedas parar de leer. Aunque sabemos que hay un asesino en serie suelto en el pueblo, aún hay suficientes secretos y giros para de que no tengamos de antemano todas las respuestas. Y bueno, sigue habiendo espacio para lo sobrenatural, aunque en un primer momento no lo parezca. Si están buscando una novela de terror que tenga una buena dosis de misterios y asesinatos, tienen que darle una oportunidad. Ahora me quedo con ganas de ver qué nos espera en el libro final.
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