¿Qué harías para poder dormir de nuevo? ¿Si estuvieses tan desesperada por escapar de tu realidad que te alojarías en una destartalada pensión plagada de fantasmas? ¿Qué haces cuando enfrentarte a tu pasado es peor que la idea de que un difunto posea tu cuerpo y te use para contar su historia usando tu voz mientras duermes? Hoy quiero recomendarles Como aceite en sus huesos, de la autora australiana Kaaron Warren. La nueva novela corta de la colección Deméter que acaba de publicar La biblioteca de Carfax con la excelente traducción de Mª Pilar San Román. Una novela de fantasmas, naufragios y la búsqueda de redención.
«Esta pensión está llena de historias de naufragios. La mayoría de nosotros somos putos náufragos».
El libro nos relata la historia de Dora, una mujer que tras perder a sus dos hijas deja su vida detrás para alojarse en Angelsea, una pensión destartalada cerca del mar. Un edificio antiguo ubicado en las proximidades de un acantilado desde el que se pueden observar los restos de naufragio en el que murieron (o fueron asesinados en los posteriores saqueos) todos los pasajeros. Una casa que tiene una particularidad: logra que sus habitantes se duerman sin importar que antes no pudiesen hacerlo. Sin embargo, lejos de ser un sueño reparador, mientras duermen, los inquilinos sirven como médiums para que los espíritus usen sus voces para contar sus propias historias y así poder descansar.
(Fragmento de la ilustración de Jey Morales para la edición de La biblioteca de Carfax)
Junto a Dora, en Angelsea hay una serie de personas que de una u otra manera están igual de perdidos o desencantados con sus vidas, y que tienen asuntos que expiar. Son todos náufragos que no encajan, que están desesperados y que encontraron en la mugrienta pensión, si no un refugio, al menos un lugar en el que descansar. Aunque no sin pagar un precio. En esa casa llena de fantasmas y condenados nos encontraremos con Roy, el administrador del lugar. Un tipo repulsivo obsesionado con interrogar a los fantasmas para reconstruir sus historias. También a Luke, un ex marine con un pasado bastante turbio. A Fressia y a Julia, dos mujeres muy diferentes que están lidiando cada una con sus propios demonios. Ir descubriendo sus pasados y cómo terminaron allí nos mantiene leyendo sin parar.
«—La primera vez da un poco de miedo. Pero son como tú y como yo. Todos quieren que sus últimas palabras sean escuchadas. Entretanto, no pueden ser libres».
Con una atmósfera oscura y opresiva, así como una ambientación que te hace sentir que estás en esa costa, en una casa repleta de objetos pertenecientes a naufragios, Warren logra que queramos descubrir no solo los secretos que guarda Dora, sino también los de todos los otros habitantes de Angelsea. Incluso nos veremos arrastrados a querer descubrir qué tienen que decir esos fantasmas que usan a los inquilinos de la pensión para contar sus historias y las penas que no les permiten abandonar este mundo incluso después de haber muerto. No se puede negar que muchos de los habitantes de la casa son inquietantes, no solo por su pasado, sino por sus acciones. Pero les tengo que advertir que es muy probable que descubrir qué llevó a nuestra protagonista a ese lugar hará que como a mi se les rompa un poco el corazón.
Fantasmas, naufragios, monstruos, arrepentimiento, culpa, dolor… Como aceite en sus huesos, de Kaaron Warren, es una novela corta pero muy potente que hará que no puedas dejar de pensar en ella. Un libro con una ambientación oscura y una narración muy visual. Y con la clase de atmósfera enfermiza y llena de secretos que harán que quieras seguir leyendo. Además, cuenta con unos personajes complejos y grises que hacen que te preguntes si encontrarán la redención o si se convertirán en otras víctimas más. Quizás en unos de esos espectros desesperados por ser escuchados y comprendidos. No quiero terminar mi recomendación sin mencionar la espectacular ilustración de la cubierta que es obra de Jey Morales. Si están buscando una novela de fantasmas diferente, tienen que darle una oportunidad.
¿Han leído Como aceite en sus huesos? ¿Les llama la atención?
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