¿Es posible ser libre en una sociedad que nos condiciona y nos oprime? ¿Qué pasa con aquellos que eligen vivir de un modo distinto? ¿Hasta qué punto merece la pena sobrevivir bajo las normas si estas se transforman en un yugo insoportable? Hoy quiero hablarles de La danza del gohut, la primera novela corta publicada de Ferran Varela, un autor que ya conocía por su relato en Dark Fantasies y al que ha sido un verdadero placer redescubrir aquí.
“La certeza de que su pecho albergaría el alma del gohut la llenaba de dicha. Llevaría su espíritu dentro por siempre jamás”.
Esta es la historia de Leara Viera, una joven plebeya que por su tenacidad ocupa un cargo como tutora de la Academia, y de cómo su vida cambia el día que recibe una petición por parte del hombre más poderoso de la ciudad de Tiuma. Derold Milian la hace ir a su casa para que cumpla con una importante y secreta misión: reeducar al primogénito de la familia, al que todos habían dado por muerto hace cuatro años y que hace poco ha sido reencontrado vivo, pero aparentemente sin razón.
El joven Gerrin, después de pasar cuatro años cautivo entre los gohut, se cree uno de esos seres que para los humanos no son más que criaturas salvajes a las que hay que aniquilar para mantener la paz y el equilibrio, así que, cada otoño se dedican a cazarlos. Por ello, Leara debe reeducar a Gerrin antes de que la próxima partida de caza del gohut se lleve a cabo. Pues en una sociedad en la que las apariencias son vitales, el joven debe estar listo para ocupar su lugar como cabeza de la familia lo más pronto posible para evitar desequilibrios de poder con las otras casas nobles.
“La ciudad de Tiuma, cuna de aristócratas, era inmisericorde con los sueños de la gente de sangre plebeya”.
Aunque en un primer momento la tarea le parece casi irrealizable, Leara sabe que su condición hace que sea imposible rechazar al aristócrata sin sufrir las consecuencias. Además, si logra su cometido, el plenipotenciario le promete su apoyo para alcanzar un puesto como decana, una posición en la Academia a la que por su origen no podría aspirar de ninguna otra manera. Así, empieza a pasar tiempo con Gerrin solo para descubrir que es mucho más que un joven desequilibrado que afirma ser un gohut y que rechaza ser humano.
Entre Leara y Gerrin se va estableciendo progresivamente una relación de complicidad que le permite a la tutora conocer que, lejos de lo que todos creen, los gohut son una especie con una organización social mucho más compleja de lo que aparenta. Una que, aunque violenta, ofrece libertad total a sus miembros y en la que la voluntad es más importante que la fuerza. Una sociedad libre de prejuicios que pone de manifiesto lo rígidas e incluso inútiles de algunas de las costumbres humanas.
“Ya no los veía como los ojos de una bestia salvaje, sino como los de alguien dueño de sí mismo”.
Con unas pocas pinceladas, Ferran Varela crea dos sociedades complejas y antagónicas que nos dejan con ganas de más, y a unos protagonistas muy humanos (o muy gohut) que deben enfrentarse a sus propios prejuicios y miedos para encontrar la libertad real en un mundo que los mantiene cautivos. No puedo más que recomendarles que le den una oportunidad a La danza del gohut, una novela de fantasía oscura repleta de reflexiones brillantes y con una prosa que les hará desear que Varela siga creando mundos para poder deleitarnos con su imaginación.
¿Han leído La danza del gohut? ¿Les llama la atención?
Esta tiene que caer antes de que acabe el año si o SI, por que tanta recomendación solo puede traer cosas buenas :)
ResponderEliminarSí, además es una novela corta de las que no puedes parar de leer. Te aseguro que todas las alabanzas que ha recibido son más que merecidas.
EliminarBesos