Esta semana seguimos con la mitología, pero cambiamos de China a México para descubrir nada más y nada menos que el inframundo maya. ¿Qué harías si por casualidad liberaras al dios maya de la muerte de la caja de madera que lo mantenía prisionero? ¿Cómo cambiaría tu vida si quedase unida a la de una deidad de la muerte a la que le han robado su trono y que hará cualquier cosa para recuperarlo? ¿Qué estarías dispuesto a hacer si el fracaso del dios significa tu muerte pero su triunfo podría convertir en realidad todos tus sueños? Hoy en el blog les recomiendo Dioses de jade y sombra, de Silvia Moreno-Garcia. Una novela de fantasía inspirada en la cultura maya, que nos llega gracias a Minotauro con la traducción de Isabel Murillo Fort.
«Hay quien nace con estrella, mientras que otros tienen la desgracia telegrafiada por la posición de los planetas. Casiopea Tun, llamada así en honor a una constelación, nació bajo la que debía ser la estrella más vil del firmamento».
Ambientado en 1927, el libro nos cuenta la historia de Casiopea Tun, una joven de dieciocho años que vive en un remoto pueblo del sur de México llamado Uukumil. Es una muchacha condenada a vivir como la pariente pobre de una acaudalada familia después de que su padre muriese y su madre y ella se viesen obligadas a volver a la casa familiar. La joven aunque sueña con tener libertad, se la pasa el día fregando los suelos y atendiendo a su rico y cruel abuelo. Mientras trata de mantenerse alejada de su igualmente déspota primo Martín, el joven que heredará todo en el momento en el que muera el anciano.
La vida de Casiopea cambia radicalmente cuando en un ataque de temeridad abre el baúl que su abuelo mantiene cerrado a los pies de su cama. Sin sospechar que el viejo cajón de madera escondía los huesos y el espíritu del dios maya del inframundo llamado Hun-Kamé. La deidad de la muerte que fue encerrada por su ambicioso hermano gemelo para robarle su trono y su lugar como señor del Xilbalbá, pues ese es el nombre que recibe el inframundo en la mitología maya.
«Era la Muerte, estaba caminando al lado de la Muerte, y la Muerte tenía cara de hombre».
Sin embargo, al liberar a la deidad Casiopea quedó unida a él. Un fragmento de hueso del dios de la muerte se alojó en uno de sus dedos y si se separa de él la joven moriría. Para vivir tiene que acompañarlo a recuperar las piezas de su cuerpo que su hermano escondió en diferentes lugares, porque solo estando de nuevo completo el dios podría luchar y recuperar el trono que le pertenece. Así, sin que pueda o quiera evitarlo, nuestra protagonista se verá envuelta en una aventura que le hará dejar su hogar y todo lo que conoce atrás para visitar lugares como Mérida, Ciudad de México, El Paso y puede que hasta el terrible y enloquecedor Xilbalbá.
Silvia Moreno-Garcia se encarga de hacernos un recorrido por el vibrante México de los años veinte, con sus clubs de jazz, sus vestidos cortos y peinados aún más cortos. Mientras nos va presentando las más diversas criaturas: desde demonios que vinieron de Francia con los colonizadores, fantasmas hambrientos y aterradores, hechiceros poderosos o incluso espíritus de la selva que, con el aspecto de mujeres irresistibles engañan a los hombres y los llevan a su destrucción. Es precisamente esa combinación entre leyendas y un pasado que se siente real lo que hace que la lectura sea fascinante.
«—Las palabras son semillas, Casiopea. Con palabras se tejen narraciones, y las narraciones engendran mitos, y el mito tiene poder. Sí, las cosas que pronuncias en voz alta tienen poder».
Aunque para mí lo más alucinante de todo fue conocer Xilbalbá, ese inframundo maya lleno de niveles aterradores. En los que no se debe abandonar el Camino Negro para no perderse y sufrir una muerte atroz. Ese sendero que lleva a la Cuidad Negra donde se encuentra el palacio de Hun-Kamé, su trono y su corte. Con la Casa de los Cuchillos o la Casa de los Murciélagos, así como una infinidad de parajes diferentes, cada uno más temible que el anterior. Un inframundo de una mitología de la que no conocía nada y la autora se encarga de presentarnos con mucha habilidad.
Dioses mayas, una búsqueda que nos llevará a recorrer un México lleno de secretos y maravillas, una joven llena de sueños, una historia de amor… Dioses de jade y sombra, de Silvia Moreno-Garcia es una novela que he disfrutado mucho. Un libro inspirado en el Popol Vuh y que nos presenta parte de la cultura maya para mostrarnos la riqueza de sus mitos. Una novela que además cuenta con una protagonista que aunque es muy pragmática está llena de sueños y anhela una libertad que en el seno de su familia no puede encontrar. Si quieren descubrir el inframundo maya y sus dioses tienen que darle una oportunidad.
¿Han leído Dioses de jade y sombra? ¿Les llama la atención?
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