Imagina que vives en un pueblo que parece perfecto, un lugar donde toda la paz y la tranquilidad se rompen con las visitas del Señor. El Amo es un ogro, un ser mucho más grande y fuerte que tú. Uno de esos individuos a los que creciste temiendo porque sus características físicas y sus apetitos los convierten en los dominantes, aquellos a los que la religión y el poder han declarado por encima de todos. Por tanto, tú estás obligado a servirles y obedecerles. Quizás todo hubiera seguido así si por un arrebato no hubieses atacado al hijo del Señor. Hoy les quiero recomendar Ogros, de Adrian Tchaikovsky, una novela sorprendente en la que el autor británico demuestra una vez más su capacidad para hibridar fantasía y ciencia ficción de manera que al inicio no tengamos muy claro dónde termina la magia y comienza la ciencia.
«Has golpeado a un Amo. Has hecho lo que ningún humano puede hacer».
Narrado en segunda persona, el libro nos cuenta la historia de Torquell, un joven que es el hijo del jefe de la aldea. Un muchacho bastante más alto que cualquiera de sus amigos y al que todos en el pueblo ven como un sinvergüenza bonachón, que no soporta las injusticias y siempre está probando los límites, pero nunca con mala intención. Es el tipo de persona carismática a la que todos perdonan sus pequeñas faltas porque no hay malicia detrás de sus actos. La vida de nuestro protagonista cambia por completo cuando Sir Peter Grimes, el ogro que gobierna esas tierras donde todos en el pueblo tienen permitido vivir y trabajar, hace una visita acompañado de su hijo Gerald.
Esa visita para cobrar tributos y recoger los frutos del duro trabajo de los aldeanos podría haber sido como cualquiera de las demás, pero en un momento de imprudencia, Torquell desafió todas las reglas y golpeó a Gerald. Algo que el futuro Amo no esperaba, porque ningún humano osa desafiar el orden establecido. Ese golpe desencadenó una serie de acontecimientos que, lejos de minimizarse al pasar el tiempo, fueron escalando cada vez más. Y así, lo que podría haber sido solo un error juvenil, se convirtió en un delito por el que le condenaron a perder la vida. Sin embargo, no en su pequeña aldea, sino más lejos de su hogar de lo que nuestro protagonista había estado nunca. En una ciudad de ogros en la que podrá ver hasta dónde llega su magia y lo diferente que es la vida de esos seres con respecto a la que llevan los humanos como él.
«Magia de ogros: la sabiduría que Dios les da, que les permite mover coches sin caballos e hilar telares sin lana».
Dado lo particular del punto de vista del narrador, desde las primeras páginas sabemos que Torquell está destinado a ser un héroe. Uno que desafíe el orden establecido en ese mundo donde los ogros ostentan todo el poder y los humanos son incapaces de comer carne. En el que los amos no solo son mucho más fuertes que la gente común, sino que además de su fuerza física tienen la magia que les permite crear todo tipo de artilugios sorprendentes: desde coches que no necesitan caballos hasta trenes para transportar las mercancías que se producen en las aldeas como la de nuestro protagonista.
(Fragmento de la ilustración de Borja González para el libro)
Ir descubriendo paso a paso junto a Torquell todas las maravillas que hay en su mundo hace que la lectura sea adictiva. Así como ir creando nuestras propias teorías sobre lo que está ocurriendo, ya que el autor se aprovecha de nuestros prejuicios para irnos guiando. También es muy interesante ir desentrañando de dónde provienen los ogros o los Señores y cómo llegaron a acumular tanto poder y ejercer ese dominio que ningún humano se atreve a cuestionar, al menos no sin recibir un durísimo castigo. Sin olvidar el papel que el autor da a los libros, la lectura y el conocimiento como motor del cambio, lo que me parece maravilloso. Antes de terminar me gustaría destacar la cuidada traducción de Cristina Macía y la alucinante cubierta ilustrada por Borja González.
«Te mueve la injusticia. La injusticia de que hayas nacido para servir, para sobrevivir a duras penas, para acabar en una empanada en el peor de los casos, y los ogros para gobernar y comer hasta saciarse».
Ogros, magia, ciencia, injusticias, héroes, libros, revolución… Ogros, de Adrian Tchaikovsky, es una novela corta extraordinaria y repleta de crítica social. Una obra que une con habilidad la fantasía y la ciencia ficción para, a través de metáforas (que puede que no lo sean tanto), hablarnos de nuestro mundo y sus injusticias. De cómo deberíamos cuestionarnos el status quo, ese orden en el que se reparte el poder y se nos dice que quien lo ostenta lo hace porque es superior, porque así lo determina Dios, o cualquier otra excusa que se use para convencernos de que somos incapaces de cambiar nada y que pretende convencernos de que las revoluciones siempre fracasan, aun cuando somos muchos más los que estamos en el papel de oprimidos que los opresores. Una novela que tiene el tipo de final que me hizo ponerle cinco estrellas. Ojalá poder hablar con spoilers, pero es mejor que lo descubran todo al leer. Si están buscando una historia que los sorprenda y los deje con ganas de ver el mundo arder, tienen que pedirlo en su librería de confianza.
¿Han leído Ogros? ¿Les llama la atención?
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