In the Nevernever: Ciudad de jade, de Fonda Lee

Ciudad de jade, de Fonda Lee

19 octubre 2019


«La familia es deber. La magia es poder. El honor lo es todo». Esas tres frases que aparecen en la cubierta resumen a la perfección el libro que hoy les quiero recomendar para el #LeoAutorasOct 2019: Ciudad de jade, de Fonda Lee. La novela ganadora del World Fantasy Award 2018 llega a España de la mano de Insólita Editorial, con la excelente traducción de Antonio Rivas y con una espectacular ilustración de Fran Mariscal Mancilla. No sabía que necesitaba tanto esta historia a la que llaman «El Padrino con magia y kung fu» hasta que me adentré en sus páginas y quedé sorprendida por su rico mundo, pero, sobre todo, por sus increíbles personajes. 

“El jade, por sí solo, no convertía a nadie en un huesos verdes. Eran la sangre, el entrenamiento y el clan los que creaban a un guerrero de jade; así había sido siempre”.

La novela nos trasladará a Kekon, una isla de inspiración asiática que centra su comercio en el jade que, en ese mundo, es mucho más que una piedra preciosa. En el universo de Lee el jade es sinónimo de poder y magia, porque portarlo potencia de manera exponencial las habilidades físicas y mentales de la persona que está en contacto con las gemas. Algo que había sido un privilegio exclusivo de los guerreros de la isla, a los que se les conoce como huesos verdes, pero solo hasta que los extranjeros desarrollan una droga que permite que, por el precio correcto, cualquiera pudiese hacer uso del jade, sin importar que no tenga la resistencia necesaria o el entrenamiento adecuado. 

Los huesos verdes que surgieron para defender Kekon de las invasiones extranjeras, tras la guerra de independencia, terminaron separándose en clanes familiares que ahora buscan controlar de manera independiente sus territorios y su parte en la producción de jade de la que depende en gran medida la economía de toda la isla. Por eso, cuando la nueva droga hace aparición, lo que empieza como pequeñas disputas territoriales entre los dos clanes principales, Sin Cumbre y Montaña, puede escalar hasta convertirse en una guerra abierta y sin cuartel en la que todo y todos estarán en peligro. 

“Un montón de gente, tanto en la isla como en el extranjero, estaba dispuesta a perder años de vida por usar una droga peligrosa que permitía portar jade a los no kekoneses, sin dedicar años a entrenarse intensivamente y sin sufrir una muerte horrible a causa de la comezón”.

Como lectores, conoceremos el conflicto desde la perspectiva del clan Sin Cumbre. Con una narración coral, iremos cambiando de narradores entre diferentes miembros del clan de la familia Kaul para conocer no solo la estructura de poder de los huesos verdes, sino también su historia y hasta su religión. Así conoceremos en profundidad a nuestros protagonistas los hermanos Kaul: Lan, Hilo y Shae, y a su primo Anden. Ellos serán los principales encargados de que sintamos la tensión creciente de un conflicto en el que pronto tomaremos partido como si fuese algo personal también para nosotros.

“No quería una guerra entre clanes. Sería malo para todo el mundo: los huesos verdes, los negocios, la gente, el país. Había creído todo el tiempo que mientras hilase fino podría evitar un conflicto abierto con Montaña”.

Lan, el hermano mayor, es el Pedestal de los Sin Cumbre, el líder y cabeza del clan. Un joven amable y centrado que creció bajo la sombra de su padre muerto en la guerra y su abuelo, el hombre que fundó el clan y libró la contienda con los extranjeros y solo cedió su poder cuando no le quedo alternativa. Hilo, el hermano mediano, que ocupa el cargo de Cuerno, el segundo al mando y el encargado de liderar la rama guerrera y violenta del clan. Un joven poco dado a la diplomacia al que muchos consideran un peligro para la estabilidad de los Sin Cumbre. Bajo su responsabilidad directa están los diferentes huesos verdes, que dependiendo de su experiencia serán puños o dedos. 

Shae es la hermana menor, y aunque todos esperan que algún día se transformase en el Hombre del Tiempo, el encargado de la rama comercial de clan y todos sus negocios, ella prefiere vivir sin esa responsabilidad y llevar una vida independiente apartada del clan. Por último, entre los principales narradores nos encontraremos a Anden, un joven adoptado por la familia Kaul que se encuentra en la academia de guerreros terminando su formación para poder portar jade y convertirse así oficialmente en un miembro de los Sin Cumbre. Ninguno de ellos puede sospechar lo que la guerra terminará por hacer con sus planes y aspiraciones.

“El clan era como un organismo: los linternas eran la piel y los músculos; los puños y los hacedores de fortuna eran el corazón y los pulmones, pero el pedestal era la columna vertebral. Y en la columna no podía haber debilidad, o el cuerpo no podría mantenerse en pie ni luchar”.

El mundo que nos presenta Fonda Lee es complejo y fascinante, lleno de contrastes, de creencias ancestrales y modernidad. De una magia de jade tan atrayente como peligrosa. Porque portar jade puede ser letal ya que esconde un destino cruel para aquellos que no están preparados. Pero, sin duda, para mí lo mejor del libro son sus personajes. Es imposible que cambiando entre las perspectivas de todos nuestros protagonistas no sintamos que nosotros mismos terminamos tomando partido por familia Kaul o los Sin Cumbre, que entendamos su acciones y reacciones, y que temamos por la escalada de la violencia que se nota inevitable.

El manejo que hace la autora de la tensión provoca que no quieras parar de leer, y si bien en las primeras páginas puede parecer que son tantos personajes que será imposible seguirles la pista, les aseguro que el libro está tan bien escrito que pronto se darán cuanta que el temor es infundado. Además, otro gran punto fuerte de la novela son las escenas de acción. Se nota que tanto la escritora y el traductor son expertos en artes marciales (Fonda Lee es cinturón negro en Karate y Kung fu mientras que Antonio Rivas es cinturón negro de Karate y Yawara) así que están muy bien narradas y de una manera bastante visual. 

“—A veces, la gente con la que crees que puedes contar te deja tirado de mala manera, y es difícil de encajar. Pero la mayor parte del tiempo, si le das a un hombre algo a lo que aspirar, si le dices que puede ser más que lo que es, más que lo que otros creen que podrá llegar a ser jamás, hará lo imposible por materializarlo”.

Familia, poder, magia, honor, traiciones, guerra… Ciudad de jade, de Fonda Lee, es una novela adictiva y que no para de sorprenderte. Con un mundo fascinante y repleta de giros que te harán sufrir y otros que te harán sentirte maravillado. Y con unos personajes a los que es muy fácil tomar cariño a pesar de la violencia y aunque sepas que están en constante peligro. No puedo hacer otra cosa que recomendarles que la lean y conozcan este mundo repleto de jade, clanes, honor y codicia. Yo me quedo esperando a que la segunda parte se publique pronto porque necesito más y creo que a ustedes les puede pasar lo mismo si le dan una oportunidad.

¿Han leído Ciudad de Jade? ¿Les llama la atención? 

2 comentarios :

  1. Coincido en gran parte con todo lo que comentas. Me resultó una lectura adictiva, pese a las fallas que tiene, como ese tremendo infodump inicial. Pero los personajes tienen mucho carisma, están muy bien construido, y cuesta desapegarse de ellos. El lunes me explayo por el blog :)

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    1. Me quedo con muchas ganas de leer tu opinión, Dani. Para el mundo tan complejo que nos quiere presentar a mi me me pareció que el infodump no fue excesivo. Como comento en la entrada, temía más por la cantidad de personajes. En un primer momento creí que no me iba a acordar de todos, pero a la final creo que terminas como un Sin Cumbre más y los identificas con facilidad.

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