Las Hermanas de la Cepa Carmesí, de P. L. McMillan

 

¿Qué pasaría si lo que debería ser un tranquilo viaje en la carretera termina por ser una pesadilla? Sufrir un terrible accidente de tráfico, estar a punto de morir y despertar en un viejo convento bajo el cuidado de unas diligentes pero poco convencionales monjas. Descubrir en ese lugar que quizás existen destinos peores que la muerte. Hoy quiero recomendarles Las Hermanas de la Cepa Carmesí, de P. L. McMillan. Una novela corta llena de tensión que los mantendrá leyendo sin parar, esperando lo peor y sorprendiéndonos una y otra vez. Un libro que nos llega con la traducción de José Ángel de Dios.

«El vino fulguraba con chispas de color burdeos cada vez que golpeaba mi lengua, provocándome un escalofrío en la nuca. Y cada sorbo era algo nuevo, un indicio de algo más. Cada trago me provocaba el mismo escalofrío, no de frío o intranquilidad sino de placer».

Dividido en cinco partes (tituladas como las diferentes etapas del proceso para elaborar el vino) descubriremos la historia de John Ainsworth. Un hombre que, mientras conducía en una carretera solitaria, sufrió un accidente en el que casi pierde la vida. John se despierta tres días más tarde en un lugar desconocido. Sin saber cómo llegó allí y sin poder caminar debido a unas fracturas, ni tampoco usar sus manos, ya que se encontraban vendadas. Herido y vulnerable descubre que fueron las monjas del convento de Crimoria quienes le salvaron la vida y lo cuidaron.

Aunque el convento se encuentra bastante deteriorado, las trece hermanas que viven allí se muestran amables y encantadas de ayudar al hombre herido. Aunque el lugar no cuenta ni con electricidad ni teléfono, ni en apariencia muchos recursos, las monjas se encargan de cuidar un viñedo y elaborar un delicioso vino que usan para el consumo propio y también a fin hacer trueques con los aldeanos del pueblo cercano, a cambio de otros bienes y servicios que las hermanas necesitan y por los que no pueden pagar. Ese estilo de vida aunque no es muy convencional para una institución eclesiástica, no es lo que le parece más raro del cenobio. Sino ver a las monjas sin velo y descalzas. Sin ningún tipo de crucifijo ni a modo de colgantes o en las habitaciones del recinto.

«Hay muchas formas de adorar, señor Ainsworth, y nosotras seguimos siendo muy devotas».

Junto a nuestro protagonista y a las trece monjas, en el monasterio también se encuentran de manera temporal el padre Griffith y el diácono O´Halloran, dos sacerdotes enviados por la iglesia para supervisar el funcionamiento del convento. Ya que los superiores temen que las hermanas se han apartado de la institución más de lo recomendable. Y que además han estado vendiendo el vino que producen sin dar parte de los beneficios a la iglesia. Así que el trabajo de esos hombres es revisar la contabilidad del monasterio y encontrar las irregularidades. Todo mientras las residentes se encuentran inmersas en los preparativos con el objetivo de celebrar su fiesta anual. Una en la que recuerdan el sacrificio de la madre superiora que las salvó a todas después de la Segunda Guerra Mundial.

La novela está escrita, de manera que no quieras parar de descubrir todos los secretos que se esconden en las paredes de ese convento, así como en su viñedo. La tensión no hace más que crecer, porque sabemos que algo no es completamente normal en Crimoria. Que el horror puede estar esperando en cada esquina. Y lo mejor es que cuando obtenemos respuestas son mucho más satisfactorias de las que en un primer momento podemos esperar. Me gustan tanto el estilo de McMillan, como todo el universo que crea para darle a su novela un culto que, aunque tienen referentes reconocibles, es original.

«Ese vino me colmaba de una manera que la comida no conseguía. Me hacía sentir diferente. Era curativo. Era todo lo que necesitaba».

Conventos, monjas, vino, fe, secretos, sacrificios… Las Hermanas de la Cepa Carmesí, de P. L. McMillan es una novela corta adictiva y muy satisfactoria. Una que elige un elemento que es muy común encontrar en las películas de terror: las monjas, pero que yo en la literatura no he visto tan representado. Además, encontramos no solo buena ambientación sino crítica social en general y al funcionamiento de la iglesia en particular. Me encantó todo el culto que crea su autora, pero no les adelantaré nada para que los descubran al leer. Si están buscando una lectura inquietante y que los mantenga pegados a sus páginas tienen que darle una oportunidad.

¿Han leído Las Hermanas de la Cepa Carmesí? ¿Les llama la atención?