In the Nevernever: Space Opera, de Catherynne M. Valente

Space Opera, de Catherynne M. Valente

29 febrero 2024

 


Imaginen despertar un día y descubrir que no estamos solos en el universo, que hay muchas otras especies sintientes y que tenemos que pasar una prueba para demostrar que merecemos vivir y que se nos considere como tales. ¿Qué ocurriría si el destino de toda la humanidad estuviese en tus manos? Si de la noche a la mañana te ves arrancado de la Tierra para que cantes en el escenario más grande de la galaxia y de tu actuación dependiera la supervivencia de todos los seres humanos. Hoy quiero hablarles de Space Opera, de Catherynne M. Valente. Una novela de fantasía galáctica, musical y queer que es un cruce entre La guía del autoestopista galáctico con el glamour y la purpurina de Eurovisión.

«La gente que quedaba sabía que la galaxia no soportaría otra segunda ronda de algo así. Tenían que hacer algo. Algo alocado y real y brillante. Algo que uniese todos los mundos rotos en una única civilización. Algo significativo. Algo enriquecedor. Algo grandioso. Algo hermoso y estúpido. Algo terrible, gloriosa, magistral e innegablemente típico de la gente».

En el maravilloso universo creado por Valente, las Guerras de la Sintiencia casi aniquilaron a la galaxia y estuvieron a punto terminar con el concepto de vida inteligente. Para evitar que algo así se volviese arrepentir crearon un concurso el Gran Premio Metagaláctico, en el que una vez cada ciclo, todas las civilizaciones galácticas que sobrevivieron a las guerras se enfrentan a través de una competencia de canto.

Aunque llamarlo un simple concurso de la canción, es quedarse cortos, porque es un espectáculo que no se parece a nada que se haya visto en la tierra, e incluye canto, baile y una puesta en escena que involucra todos los sentidos, ya que muchas de las especies ni siquiera tienen lo que nosotros llamamos bocas o pies. Además, cuando una nueva especie es descubierta, tiene que demostrar que también son sintientes no porque tengan la capacidad de comunicarse o de construir naves que les permitan viajar al espacio, sino si son capaces de cantar y crear un espectáculo que sea capaz de emocionar a las demás especies sintientes del universo.

«Pero cuando por fin ocurrió, la invasión alienígena resultó ser mucho más como don Looney de los Tunes en vez de como don Ridley del Scott».

El único problema para las especies que tienen que demostrar si son merecedoras de ser consideradas sintientes, es que si quedan de últimos en el Gran Premio Metagaláctico son aniquiladas y los recursos de su planeta se reparten entre los demás participantes. ¿fácil no? De este modo nuestro protagonista Decibel Jones ve como de manera repentina el destino de toda la humanidad depende de él. Pues el alienígena que llegó para darle la noticia a todos los seres humanos al mismo tiempo de que no estaban solos en el universo tenía una lista en la que él y su grupo los Ceros Absolutos, se encontraban en el último lugar (PD: la lista de humanos famosos en la galaxia es hilarante, no les digo más)

Decibel Jones no es más que un hombre de mediana edad que tuvo su momento de gloria hace años con un disco que lo catapultó a la fama junto a Mina y Oort, los Ceros Absolutos. Aunque luego intentó sacar música en solitario, no tuvo ningún éxito. Y las masas que lo adoraban lo olvidaron con la misma facilidad. Jones ahora se ve como el representante de la humanidad en ese concurso que los podría condenar a la aniquilación y cuando asume que no puede hacer otra cosa que viajar al espacio para tratar de no sentenciarlos a muerte, pide que busquen también a Oort, el único de los Ceros Absolutos que aún quedan con vida.

«Todes participaremos en un glorioso concurso que requiere fuerza, intelecto y arte de distintos tipos. Demostradnos que sois más que la suma de vuestras partes más desagradables. Demostradnos que habéis aprendido algo, lo que sea, de vuestra vergonzosa historia».

Así, lo que empieza con una invasión alienígena que se parece más, tal y como dice la autora, a un capítulo de los Looney Tunes que a cualquier película de Ridley Scott, se transforma en una lucha por la supervivencia de la humanidad en un concurso que es Eurovisión en el espacio. Con especies alienígenas tan diferentes a los humanos y que son una muestra de todo el ingenio e imaginación que la autora derrocha en la novela. Páginas que además están repletas de un humor tan absurdo que te hace soltar carcajadas y preguntarte qué estás leyendo.

Pero es otra de las virtudes de la novela, es que entre bromas, cosas completamente absurdas o intentos de asesinatos, hay espacio para una reflexión profunda sobre el racismo, la xenofobia, y las cosas que como especie hemos hecho a nuestro planeta y a los otros seres con los que compartimos hogar y que harían dudar a cualquier otra especie sintiente del universo de nuestra supuesta inteligencia. Es una historia que nos habla sobre cómo queremos encajar, demostrar nuestro talento, ser aceptados tal y como somos, en definitiva, de ser vistos. Nos podemos quedar solo con el humor absurdo o leer entre líneas o encontrar muchísimo más.

«¿Hay suficiente bondad en tu mundo para dejar que suene la música?
¿Tienes alma?»

Música, alienígenas, humor, purpurina, arrepentimiento, multiverso, esperanza… Space Opera, de Catherynne M. Valente es una novela repleta de imaginación. Con una ambientación tan deliciosamente absurda como sugerente. Que entre el brillo, los excesos y el glamour esconde mucha crítica social y unas reflexiones potentes sobre si nos podemos considerar una especie sintiente. No me imagino lo difícil que tuvo que ser la traducción de un libro así de complejo y tan lleno de referencias, así que mi enhorabuena a Carla Bataller Estruch por su excelente trabajo. Si alguna vez se han preguntado cómo sería Eurovisión si se celebrara en el espacio aquí tienen una hilarante respuesta. Si están buscando un libro que los haga reír y emocionarse les recomiendo que le den una oportunidad.

¿Han leído Space Opera? ¿Les llama la atención?

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