La estirpe de Lilith: Amanecer, de Octavia E. Butler

 

¿Cómo sería despertar y descubrir que eres una de las pocas personas que quedan con vida? ¿Cómo sería enterarte de que tu gente, con sus guerras, casi consigue aniquilar con éxito a toda la raza humana? ¿Qué estarías dispuesta a sacrificar por la posibilidad de volver a poblar la Tierra? ¿Qué ocurriría si los que te ofrecen esa oportunidad no son de tu misma especie? Hoy quiero recomendarles Amanecer, de Octavia E. Butler. La primera de las novelas que conforman la famosa Trilogía Xenogénesis, recuperada ahora por el sello Nova en una maravillosa edición en tapa dura en un solo volumen: La estirpe de Lilith.

«En su intento por destruirse a sí misma, la humanidad había convertido el mundo en algo inhabitable. Ella había estado segura de que iba a morir, a pesar de que había sobrevivido a los bombardeos sin sufrir siquiera un rasguño».

Esta es la historia de Lilith Iyapo, una mujer afroamericana de veintiséis años que despierta de la reanimación suspendida en la que se encontraba sin saber dónde está. Ella es de los pocos seres humanos que pudieron ser salvados de la destrucción de la Tierra y su desastre nuclear por una misteriosa raza alienígena llamada oankali. Cuando recupera la conciencia ya no se encuentra en su antiguo hogar, sino en una inmensa nave espacial que orbita cerca del tercer planeta.

Cuando la oscuridad nos ama, de Elizabeth Engstrom

 

¿Qué ocurriría si quedases atrapada en unas cavernas subterráneas? ¿Cómo sería tu vida si crecieras con lo que todo el mundo cree que es una discapacidad intelectual? Siempre que me toca reseñar una obra publicada por La biblioteca de Carfax me siento afortunada. Las historias, así como las autoras y autores que gracias a esta editorial especializada en literatura de terror he descubierto estos últimos años me han presentado universos fascinantes, crueles y aterradores. El libro que les quiero recomendar hoy no es la excepción. Cuando la oscuridad nos ama, de Elizabeth Engstrom, reúne dos novelas cortas que se han convertido en dos de mis mejores lecturas del año.

«Se convulsionó de miedo: los dedos rígidos, la espalda arqueada. Un espasmo muscular la hizo girarse boca arriba, los escalones de piedra se le clavaron en la espina dorsal y la oscuridad la envolvió y se apoderó de su mente».

La primera de las novelas cortas es la que da nombre al libro: Cuando la oscuridad nos ama. En ella se relata la historia de Sally Ann Hixson, una alegre joven de dieciséis años recién casada que vive feliz junto a su guapo marido en la granja de sus padres. Anhelando el momento en el que terminen de construir la casa en la colina en la que vivirán ambos, junto a sus futuros hijos. Todo ese futuro brillante y jubiloso que no puede evitar imaginar se ve trastocado cuando lo que debería ser una escapada para dar un rápido vistazo a los túneles en los que jugaba de pequeña, se convierte de pronto en una especie de prisión.

El verde entre las sombras, de Rodolfo Martínez

 

Nada mejor que volver a un mundo que has podido explorar solo de manera superficial para seguir descubriendo sus secretos, ahora con mayor profundidad. Hoy quiero hablarles de El verde entre las sombras, de Rodolfo Martínez. El segundo libro en la serie El Hueco al Final del Mundo. Novelas en las que ciencia ficción y fantasía se unen para presentarnos a un universo rico y original. Uno que se enfrenta a un peligro que amenaza con acabar con todo y todos.

«La viruta. El trozo infinitesimal de pura realidad que había quedado en Duniya cuando el resto de la Esquirla regresó a la urdimbre».

Si aún no conocen Duniya, y no han leído La simiente de la Esquirla, es mejor que no sigan leyendo la reseña porque puede contener spoilers de ese libro. Esta segunda parte es una continuación directa de la anterior. Lo mejor es que conozcan primero a Kláiner e Ibyra, así como su alucinante mundo (les dejo por aquí mi reseña). Luego ya pueden regresar.

El nombre del mundo es Bosque, de Ursula K. Le Guin

 

Imaginen un futuro en el que los viajes espaciales fueran posibles con facilidad. ¿Qué ocurriría si se descubriese un nuevo planeta poblado de árboles? ¿Cómo actuarían los humanos ante ese paraíso? Viendo lo que le hacemos a nuestro propio hogar no es difícil imaginar que, lejos de conservar su belleza, lo convertiríamos en un lugar donde extraer madera y crear cultivos, sin importar ni los que viven allí, ni las consecuencias. Hoy quiero hablarles de El nombre del mundo es Bosque, de Ursula K. Le Guin, una novela imprescindible de una autora a la que todos deberíamos leer.

«Una vez limpio y desmontado, los bosques sombríos reemplazados por interminables campos de cereales, erradicados el oscurantismo, el salvajismo y la ignorancia, aquello sería un paraíso, un verdadero Edén».

Escrita originalmente en 1972 y ganadora del premio Hugo a la mejor novela corta en 1973, El nombre del mundo es Bosque, que también forma parte del Ciclo de Hainish, nos presenta la historia de un planeta al que los recién llegados rebautizan como Nueva Tahití. Un lugar cubierto de bosques y habitados por unos humanos que evolucionaron de manera diferente y que por ello tienen la piel verde y son de muy corta estatura. Ese aspecto inusual hace que los llegados de la Tierra no les vean como iguales, y que se valgan de su trabajo esclavo, al que disfrazan de falso «voluntariado», para talar los árboles cuya madera envían a su antiguo hogar.

Yo soy el río, de T. E. Grau

 

¿Qué pasaría si sobrevives a la guerra pero algo aterrador regresa contigo? ¿Qué estarías dispuesto a realizar con el fin de vivir un día más? ¿Qué es realidad y qué es ficción para una mente profundamente herida? Hoy quiero hablarles de Yo soy el río, de T. E. Grau. Una impresionante novela de terror que nos llevará a explorar la Guerra de Vietnam desde la perspectiva de un superviviente que no ha logrado escapar de lo que allí ocurrió.

«Necesito permanecer oculto de las miradas… Necesito pasar desapercibido para todo aquello que me busca, y es una lista larga y significativa. Me quieren muerto seres que no creerías que existen».

Esta es la historia de Broussard, un soldado estadounidense que cinco años después de haber sobrevivido a Vietnam malvive en Bangkok. Acechado por las pesadillas y por algo indescriptible que lo ha perseguido desde que salió de la jungla y de lo que parece incapaz de escapar. Descubrir cuál es la naturaleza y el origen de eso que lo ha atormentado durante los últimos cinco años se vuelve tan adictivo que es imposible parar de leer.

El año de gracia, de Kim Liggett

 

Imaginen cómo sería crecer en un lugar en el que se cree que las adolescentes tienen un poder que enloquece a los hombres y por ello, al cumplir los dieciséis años, son desterradas durante doce meses lejos de casa, sin saber qué les espera. Un método brutal para que desaparezca la extraña magia que poseen. Pero no todas las chicas regresan. Hoy quiero recomendarles El año de gracia, de Kim Liggett. Una novela distópica (que mezcla la opresión de El cuento de la criada y la lucha por la supervivencia de El señor de las moscas) y nos presenta una sociedad aterradora que ve en las mujeres jóvenes un enemigo a doblegar. 

«No se habla del año de gracia.

Está prohibido».

Esta es la historia de Tierney, una joven de dieciséis años a la que conoceremos el día antes de que sea desterrada, junto a todas las otras chicas de su edad, para que se deshagan de la magia perversa que según todos en el pueblo aparece justo en ese período. En el condado de Garner nadie habla de lo que les ocurre a las chicas durante el llamado «año de gracia», pero las que regresan vuelven cambiadas. Directas a cumplir su papel como obedientes esposas, si son de las pocas afortunadas que obtienen un velo antes de irse, o a ser simples trabajadoras con más o menos dicha dependiendo del lugar al que las asignen.

En las profundidades (The Deep), de Rivers Solomon y clipping.

 

¿Qué ocurriría si mantener la historia de tu pueblo estuviera a punto de acabar con tu vida? ¿Hasta dónde estarías dispuesto a sacrificarte para que el doloroso pasado que nadie más recuerda no se pierda? ¿Se puede sobrevivir sin identidad? Hoy quiero hablarles de En las profundidades (The Deep), de Rivers Solomon y clipping, el grupo musical integrado por Daveed Diggs, William Hutson y Jonathan Snipes que creó la canción que inspiró la extraordinaria novela que ahora podemos leer en español gracias a Crononauta. La cuidada traducción es de Carla Bataller Estruch y la espectacular portada es obra de Dale Halvorsen (Joey Hi-Fi).

«La supervivencia de su pueblo dependía del sufrimiento de Yetu. No era su intención. Nadie lo deseaba. Pero ese era su destino».

La novela nos narra la historia de Yetu, una wajinru de treinta y cuatro años que desde que era adolescente es la Historiadora de su pueblo. Les wajinru son seres que viven en las profundidades del océano. Son descendientes de las esclavas que eran arrojadas por la borda desde los barcos que se dirigían al llamado Nuevo Mundo. Pero ese pasado traumático, lleno de dolor y sufrimiento, no es conocido por todes. Les wajinru decidieron no tener memoria a largo plazo. La mayor parte del tiempo viven sin las dolorosas memorias, y es la Historiadora, la única capaz de recordar, quien se ve obligada a cargar con todo ese sufrimiento.

Metrópolis, de Christian Montenegro

Puede que todos conozcan Metrópolis, la película muda alemana de 1927, dirigida por Fritz Lang y con guion de Thea Von Harbou, su esposa, quien también escribió una novela del mismo nombre en 1926. Si les maravilló e impactó la distopía que nos presentaba la mega producción, una de las más costosas en los orígenes del cine, están (como yo) de enhorabuena. El artista argentino Christian Montenegro ha creado una impresionante novela gráfica que rinde homenaje a la película y la transforma en alucinantes viñetas.

«En las profundidades de la tierra yace la Ciudad de los Trabajadores».

Tanto la película como la novela gráfica nos cuentan la historia del enfrentamiento de las dos y diferenciadas clases sociales que habitan la impresionante Metrópolis. Por una parte, los ricos y poderosos que viven en los altos y luminosos rascacielos de la superficie, y por otra, la extenuada clase trabajadora, condenada a sobrevivir en las profundidades para mantener en funcionamiento las monstruosas máquinas que dan vida a la ciudad.

Promesa de sangre, de Brian McClellan

 

Imaginen un mundo en plena revolución industrial pero repleto de magia. ¿Qué ocurriría si un mariscal diese un golpe de estado para derrocar al rey? ¿Y si la nobleza corrupta que mantenía en penurias al pueblo llano termina en la guillotina? Acabar con el monarca y su camarilla de poderosos hechiceros es solo el primer paso. Los cambios nunca son aceptados por todos y por algunos toca pagar un alto precio. Hoy quiero hablarles de Promesa de sangre, de Brian McClellan, la espectacular y adictiva primera parte en la saga de fantasía épica Los magos de la pólvora, publicada por el sello Gamon con la traducción de Federico Cristante.

«El rey había caído. Se había forzado un cambio en el país y el pueblo se vería obligado a elegir cómo reaccionar».

En esta novela coral contaremos con diferentes protagonistas que nos permitirán descubrir y recorrer parte de ese fascinante mundo creado por McClellan. El primero de ellos es el implacable Mariscal de Campo Tamas. Un poderoso mago de pólvora que ante la inminente firma de unos acuerdos entre el rey de Adro y el reino vecino, Kez, decide llevar a cabo un golpe de estado que impida que su país se convierta en la práctica en esclavo del reino junto a sus fronteras. Puede que se estén preguntando: «¿qué es un mago de la pólvora?». Como su nombre indica, son personas con la habilidad de controlar esa peligrosa sustancia. Entre sus muchas destrezas se pueden encontrar: capacidad para hacer disparos certeros a distancias imposibles, realizar detonaciones múltiples o incluso explotar desde grandes distancias la pólvora que tienen sus enemigos.