The Power, de Naomi Alderman

¿Qué pasaría si el poder estuviera literalmente en manos de las mujeres? Cómo sería el mundo si de la noche a la mañana las mujeres despertaran con la capacidad de emitir descargas eléctricas con sus manos, que no solo son dolorosas y paralizadoras, sino que pueden ser tan poderosas que provoquen la muerte. Bienvenidos al mundo que ha creado Naomi Alderman, hoy quiero hablarles de The Power, una novela sorprendente que necesitan leer.

Está escrito: «Ella sostuvo el relámpago en la mano. Le ordenó descargar»

El libro inicia con una carta, está firmada por un hombre llamado Neil que la envía desde la Asociación de Escritores Masculinos a su amiga Naomi y en ella le indica que le hace llegar su libro para que lo oriente y le dé su opinión. Su manuscrito es una novelización de lo que los arqueólogos consideran que es la historia real según las pruebas, pero Neil no está seguro si es muy duro aceptar que algo así pudiese ocurrir. Naomi le responde que cree que le va a gustar ese mundo gobernado por hombres, pero que debería ser más amable, más atento y quizás más sexy, aunque incluya cosas tan ilógicas como hombres soldados, agentes de policías masculinos y demás. Las cartas son toda una declaración de intenciones, el mundo cambió tanto que para esos habitantes, nuestra realidad es tan poco creíble como absurda.

La novela histórica escrita por Neil, hace una especie de cuenta atrás, y empieza bajo la premisa: Faltan diez años. Allí nos encontraremos por primera vez con nuestras protagonistas y veremos qué les sucedió el denominado “Día de las Chicas”, ese momento en que la energía despertó en casi todas las jóvenes de quince años y empezaron a emitir descargas con las manos, el día que el nuestro mundo tal y como lo conocemos comenzó a cambiar de forma irreversible. 

Nuestra primera protagonista es Roxy, una joven de catorce años, hija de un mafioso de Londres que es testigo del asesinato de su madre. Un par de hombres de una banda rival la matan para darle una lección a su padre y aunque Roxy nunca había usado la energía, ni sabía que la poseía, es una luchadora nata y emite una descarga que además de dejarle inutilizado el brazo a uno de los criminales, le causa unas feas cicatrices en forma de rayo en todo el brazo, pero son dos contra una y solo pudo emitir una única descarga, así que el crimen es inevitable. Buscar a los culpables de la muerte y vengarse de ellos junto a su padre será su misión.

“Dios ha vuelto como mujer, y su mensaje es para nosotras, solo para nosotras”.

Nuestro segundo narrador será Tunde, un chico de 21 años que será nuestro único protagonista masculino. Vive en Nigeria y luego de grabar cómo una chica en un supermercado utiliza la energía para defenderse de un hombre mayor que la estaba atacando, lo cuelga en Internet. Será el vídeo que dé paso a la historia del Día de las Chicas, y al ver su repercusión, decide dejar sus estudios para centrarse en buscar la noticia donde se produzca, se hace periodista y se encarga de filmar a las mujeres mientras ellas descubren su nuevo poder.

Margot es nuestra tercera narradora, empieza siendo una alcaldesa, la primera que toma medidas cuando las jóvenes de todo el mundo empiezan a mostrar su capacidad para emitir rayos y decide cerrar los colegios para evitar accidentes, una acción arriesgada cuando nadie entiende qué está pasando, cuando todo es una simple crisis y la gente no tienen ni idea de que realmente es el inicio de una nueva realidad. Margot tiene una hija adolescente y el temor ante lo que le puede pasar le hace actuar. Es a través de ella que podemos ver cómo se toman decisiones en el gobierno, cómo funciona el mundo de la política ante lo desconocido.

“Separaron a chicos y chicas al quinto día; pareció obvio cuando vieron que eran las chicas las que lo hacían. Ya hay padres que les dicen a sus hijos que no salgan solos, ni se alejen mucho”.

Por último tendremos a Allie, una joven huérfana de 16 años que ha vivido de casa de acogida en casa de acogida, y que ha sufrido toda clase de maltratos. Su historia es la más brutal, en su último hogar adoptivo, su padrastro que es un fanático religioso abusa de ella mientras su mujer está en la planta de abajo oyendo música a todo volumen. Así que el día en que Allie está segura que tienen la energía suficiente, le da al hombre una descarga mortal. Tendrá que huir de la casa para buscar refugio y lo encuentra en un convento donde muchas chicas que no tienen hogar o cuyas familias las han expulsado luego de ver sus nuevas capacidades terminan también por llegar, allí Allie asume una nueva identidad, será Eva y hará todo lo posible por sentirse segura, aunque ello implique fundar su propia religión.

Los primeros años observaremos el desconcierto general, el caos que se va apoderando primero a pequeña escala y luego a nivel global, viendo cómo en lugares donde las mujeres estaban oprimidas se liberan, sobre todo cuando las jóvenes se dan cuenta que pueden despertar el poder en las mujeres mayores, así de un día para otro el sexo “débil” se convierte en fuerte. Lo que al principio parece una crisis pasajera, una enfermedad rara, o un ataque aislado, es la semilla de una nueva realidad. 

Pero Naomi Alderman no se centrará en escribir una utopía, un posible mundo donde las mujeres fuesen justas, amables y de la noche a la mañana todo fuese un lugar mejor. Ella se encargará de mostrarnos cómo sería el mundo si las mujeres usasen su superioridad física para tratar a los hombres de la misma manera en que las mujeres son tratadas, y así pasamos de oprimidas a opresoras, de víctimas de violación a violadoras, de receptoras de la violencia de género a ser las causantes, de ser objetos a ser las que transforman a los hombres en objetos, de ser la chica tonta de la noticia junto al señor respetable, a ser la mujer respetable acompañado con un chico tonto, de tener miedo constantemente por ser mujer, a causar miedo porque ahora son ellas las que pueden acabar con otra vida en cualquier instante, con un toque. No es un mundo bonito, es un mundo aterrador, que nos muestra cómo es estar en el papel receptor de la violencia, espantoso pero efectivo porque enseña lo que es estar en el lado injusto de la ecuación del poder por tener el género equivocado.

The Power impacta porque los abusos a los que son sometidos los hombres en este libro los han sufrido o lo sufren aún las mujeres. Si nos aterra leer sobre la mutilación genital masculina, piensen en las millones de niñas que la sufren cada año en África. Si leer sobre mujeres violando hombres a la salida de una discoteca les agobia, piensen en las violaciones reales de hombres a mujeres que solo en España son miles al año y eso que vivimos en un país del primer mundo, piensen en lo que pasa en la India, o en Etiopia donde 60 por ciento de las mujeres ha sufrido algún tipo de abuso sexual. Es triste saber que estamos tan acostumbrados a ver a las mujeres como víctimas, que cuando vemos a otros pasar por lo mismo es que nos sentimos incómodos u horrorizados. 

“Ahora saben que son ellos los que no deben salir de casa solos de noche. Son ellos los que deben tener miedo”.

Podría estar escribiendo horas sobre el libro y lo mucho que me gustó, sobre la manera tan inteligente en la que Naomi Alderman escogió a los personajes para enseñarnos cómo ocurrirían los cambios y demostrarnos cómo la historia puede ser manipulada para contar solo lo que es beneficioso para el que ostenta el poder, cómo la religión da forma a nuestro estilo de vida y en definitiva, cómo es ser mujer en un mundo que te cree inferior y que parece hecho para que no te sientas segura o valiosa. The Power es un libro que todos deberían leer, da igual si son hombres o mujeres, la empatía nace cuando podemos ponernos en la piel de otros, y el libro se encarga de hacerlo por nosotros. Dadle una oportunidad, no se van a arrepentir. El libro va directo a mis lecturas favoritas del año.

¿Han leído The Power? ¿Les llama la atención?